Una educación diferente para cada hijo

Cada hijo es diferente, así que aplicar la misma regla de educación no va a servir. Los padres tienen que adaptarse a la personalidad que tiene cada uno de ellos para poder ofrecerles la educación que les corresponda.

¿La misma educación?

Son muchas las ocasiones en las que los padres comentan que pese a haber educado a sus hijos con los mismos valores, alguno de ellos les da problemas. Y la cuestión es muy sencilla, ya que si cada uno de ellos es distinto, ¿por qué hay que educarlos de la misma manera?

Aunque se inculque el mismo universo de valores a os hijos sin hacer ningún tipo de distinción, lo cierto es que habrá que variar dependiendo de la personalidad de cada uno.

Aunque en un principio todos los niños siguen un mismo patrón a la hora de dormir, comer y obedecer, lo cierto es que según van creciendo,las diferencias se van haciendo notar, especialmente cuando entran en la adolescencia.

Adolescencia

Cada año aumenta más el porcentaje de adolescentes que son conflictivos y la mayor parte de las veces es porque, aunque se haya educado de la mejor manera posible y con la mejor de las intenciones, no se ha conseguido el resultado deseado, algo que genera una enorme frustración para los padres, lo que conlleva situaciones de gritos y malentendidos que no son las maneras correctas de comportarse.

En estos casos lo mejor es educarse sí mismos y utilizar métodos nuevos olvidando los de nuestros padres, ya que éstos no funcionarán con nuestros hijos. Lo primero que se necesita es una dosis extra de paciencia, lo que no significa que haya que ceder ante todo ni que siempre gane la batalla. Y es que el origen de un mal comportamiento, la mayor parte de las veces, es que los niños han logrado hacerse con el poder arrebatando a los padres su autoridad.

Dejar de justificarlos

Casi prácticamente todos los niños que se comportan mal suelen llevar la etiqueta de hiperactivos o de déficit de atención. Aunque esto puede que sea cierto, porque un niño que sea hiperactivo no le exime de tener que asumir ciertas responsabilidades como recoger la mesa,o hacer sus deberes del colegio.

Hay que tener en cuenta que no todos los niños aprenden de la misma manera y que a cada uno le cuesta más o menos, pero si siempre se les va justificando su conducta, según van creciendo, los problemas también irán creciendo y pueden incluso a llegar a provocar conductas violenta.

Fuera comparaciones

En ocasiones, con la intención de motivar a los niños seles compara con algún amigo o incluso con un hermano o familiar, algo que provoca el efecto contrario en ellos, ya que al sentirse inferiores, su autoestima se va a ver perjudicada, favoreciendo el conflicto con las personas comparadas y disparando su rebeldía.