Si tu hijo pasa muchas horas conectado a internet, sus notas bajan bruscamente, le cuesta levantarse por la mañana y apenas le apetece salir de casa es posible que padezca una adicción a la red. 
En los últimos años, la implantación de las nuevas tecnologías y las redes sociales han transformado completamente nuestro ocio, y por extensión, el de los niños. Jugar a videojuegos en línea, relacionarse con amigos a través de los chats, el correo electrónico y las redes sociales, realizar consultar académicas, descargar música, ver películas o simplemente navegar son algunas de las múltiples actividades que los menores pueden llevar a cabo en internet. A veces, es complicado distinguir la tenue línea que separa la adicción del mero pasatiempo. ¿Cómo detectar si tu hijo está enganchado a internet?
Síntomas preocupantes
Aislamiento
Paradójicamente, una herramienta que debe servir para fomentar la interacción y la comunicación puede causar aislamiento social y desórdenes del comportamiento si se utiliza de manera abusiva y descontrolada. Los niños deben alternar el tiempo que pasan en la red con actividades al aire libre y en compañía física y real de otros chicos y chicas de su edad. También es muy importante fomentar las actividades familiares fuera del hogar.
Trastornos del sueño
Dedicar demasiadas horas a navegar o a chatear en internet puede llevar a los menores a alterar sus horarios de sueño, provocando insomnio, dificultades para seguir el horario escolar, cansancio y bajo rendimiento.
Depresión
La adicción a internet, igual que la mayoría de adicciones, conduce a estados depresivos, apatía, desgana general, pérdida de la alegría, tendencia inexplicable a la tristeza, irritación o malhumor injustificado.
Fracaso escolar
Es probablemente el indicador más claro de que algo está sucediendo, y a la vez la consecuencia más alarmante de la adicción a la red. Los niños adictos sufren inevitablemente bajones de rendimiento académico que pueden acarrear consecuencias graves, ya que el menor entra en un bucle de baja autoestima y necesidad de refugiarse en su adicción para no enfrentarse a la realidad del fracaso y los reproches familiares. Si las notas de tu hijo bajan en picado, modera su uso de internet de forma inmediata y habla con sus profesores.
Otros síntomas son la falta de apetito, el comportamiento compulsivo, las explosiones de mal humor a la hora de apagar el ordenador o de acatar los límites impuestos por los padres, etc. En definitiva son síntomas muy parecidos al de cualquier adicción, incluido el síndrome de abstinencia por no poder seguir más horas conectados a la red.
Tratamientos y medidas preventivas
Existen actualmente tratamientos para curar la adicción a la red y a los videojuegos, incluso en el Reino Unido se ha abierto recientemente una clínica dedicada exclusivamente al tratamiento de niños mayores de 12 años, adictos a internet. Si crees que tu hijo puede tener una adicción consulta con el médico o el psicólogo del centro escolar. Ellos te recomendarán las mejores opciones.
Al margen del tratamiento, hay una serie de medidas que los padres pueden adoptar tanto para paliar la adicción como para prevenirla. Algunas de ellas tan elementales como controlar la cantidad de horas que el niño pasa frente al ordenador, animarle a salir a jugar a la calle, montar en bicicleta, practicar deportes, hacer excursiones y en general incentivar la vida social y familiar y compartir el uso de la red con los niños, promoviendo la vertiente educativa y cultural.
