El dulce está generalmente asociado a una sensación placentera y se cree que es debido a que el primer alimento que se recibe en el momento del nacimiento es el dulzor procedente de la leche materna. Descubre cuales son los pros y los contras del consumo de dulces. 
El azúcar
Lo ideal es comenzar cuanto más tarde mejor en el consumo de diferentes dulces como el azúcar, la miel, las chucherías o el chocolate, evitando siempre ofrecerlo a los niños antes del año de edad.
Aunque los dulces aportan una energía casi inmediata, algo que es esencial en la edad de crecimiento y de desgaste físico de nuestros hijos, es muy importante no abusar de ellos.
Los músculos, el cerebro y todos los tejidos del cuerpo necesitan de la glucosa para poder funcionar de una manera correcta, de ahí que se note una torpeza mental y una debilidad física cuando ésta nos falta.
Aunque el azúcar en concreto hace bastante más agradables algunos alimentos lo que conlleva que los pequeños lo coman con más alegría, lo cierto es que es un alimento que cuenta con calorías vacías lo que se traduce en que aparte de energía no proporcionan mucho más.
Pero no todo son malas noticias relacionadas con el consumo de azúcar puesto que es cierto que este alimento consigue aumentar las calorías en las dietas de niños que no tienen un gran apetito, de igual manera que evita la cetosis al impedir la movilización de grasas, por lo que está indicado en aquellos pequeños que padecen de acetona.
Consumir miel
Este alimento que contiene azúcar, ácidos organismo, aminoácidos, enzimas y minerales, tiene efectos cicatrizantes y antibióticos para impedir el desarrollo de diferentes microorganismos además de aliviar la irritación de la garganta.
También tiene una acción expectorante y en caso de estreñimiento es recomendable consumirlo en sustitución del azúcar.
Chocolate
Este producto es uno de los alimentos naturales que contiene una mayor cantidad de minerales. Dependiendo del tipo de chocolate que se consuma encontraremos un mayor contenido en calorías, en grasas y en azúcar siendo un alimento muy calórico en cualquier caso por su alto contenido en hidratos de carbono y en grasa.
Frutas secas
Por su alto contenido en fibra las frutas secas como los dátiles, las pasas, los orejones, los higos o las ciruelas resultan ideales para consumir en caso de padecer colesterol alto o estreñimiento. Además el azúcar que contienen se va liberando de una manera lenta lo que proporciona una energía constante.
En cualquier caso es importante dar prioridad a los alimentos dulces que aporten más energía a nuestros hijos como una tortilla de chocolate, un helado de plátano o de nueces o incluso un flan de queso, evitando los caramelos, las natillas y los flanes preelaborados, la mermelada, las bebidas refrescantes, las galletas o las conservas que también contienen azúcar pero que no aportan ningún beneficio al organismo de nuestro hijo, máxime si se consumen de una manera habitual.
