Son muchas las ocasiones en que ni las horas de sueño recomendadas consiguen que podamos afrontar la rutina diaria con vitalidad y energía. Intentar bajar el ritmo y tomar alimentos vigorizantes puede ayudarnos a sobrellevar el día a día de una manera correcta. 
Un tentempié perfecto: higos secos con almendras o chocolate negro
En el momento en que sintamos que las fuerzas comienzan a flaquearnos, podemos consumir un par de higos secos ya que esta fruta es muy rica en hierro, azúcares naturales, magnesio y vitamina B, por lo que actúa como una perfecta inyección concentrada de energía. Si además rellenamos los higos con almendras, conseguiremos alargar los efectos reconstituyentes de éstos, puesto que los frutos secos consiguen mantener los niveles de azúcar mucho más estables.
Para aumentar el nivel de nuestra energía y mejorar la actividad cerebral nada mejor que consumir un poco de chocolate negro. En lugar de optar por tomar unas golosinas, algo de bollería industrial, etc. en el momento en que nos sintamos sin apenas fuerzas, este saludable alimento nos dará una dosis extra de energía si además los tomamos con algo de té o de café.
Zumo de remolacha y semillas de lino
Las dietas que resultan ricas ya sea en harinas refinadas y pobres en vitaminas y minerales o en alimentos procesados, suelen producir a la larga una situación de agotamiento mental y físico. Para evitar esto se aconseja el consumo de vegetales que proveen a nuestro organismos de nutrientes revitalizantes. Si además bebemos al día un zumo natural de tomate, de zanahorias y de remolacha, nuestra energía aumentará considerablemente.
Cuando sintamos que nos encontramos desanimados, irritables y con mala memoria, puede ser debido a una falta de ácidos grasos tipo Omega 3, ya que esta grasas, además de facilitar la llegada de nutrientes a nuestro cuerpo, serena los nervios y alimenta el cerebro por lo que si a diario espolvoreamos una cucharada de lino sobre nuestros platos, conseguiremos aumentar nuestros depósitos de Omega 3 con lo que paliaremos nuestro cansancio y agotamiento nervioso.
Magnesio para combatir la irritabilidad y la fatiga
Nuestra baja resistencia al estrés, la irritabilidad y la fatiga pueden estar vinculadas a una falta de magnesio. Para evitarlo el primer paso consistirá en sustituir el pan blanco por pan integral con semillas y tomar agua mineral que contenga un alto aporte de magnesio. Otra medida consiste en introducir en nuestra dieta queso de cabra fresco, verduras de hojas verdes, como acelgas, lechuga o espinacas, legumbres, frutos secos y arroz integral. Las personas que abusan del alcohol, de los dulces y de la comida rápida, son más propensos a padecer este tipo de déficit por lo que se les recomienda especialmente el consumo de este tipo de comidas.
Jalea real y germen de trigo
Cuando el cansancio se relaciona con una dieta desequilibrada o con problemas de sueño, el germen de trigo resulta el suplemente más útil para combatirlos. La jalea real, por su parte, es un reconstituyente que está indicado para todas las edades y el más indicado cuando las reservas de energía están bajo mínimos y empieza a fallar el ánimo o el apetito.
