¿Madre primeriza? A continuación cómo bañar a un bebé (Parte II)

Existen muchas dudas cuando se está por ser madre por primera vez, y una de las que más preocupan a las mujeres es cómo bañar a un bebé recién nacido. Por eso a continuación se presenta lo que se debe saber, para que el momento del baño sea cómodo, sencillo, relajado y saludable, tanto para la madre como para su bebé. ¿Madre primeriza? A continuación cómo bañar a un bebé (Parte II) 5. Verificar la temperatura del agua: es muy peligroso para la piel del bebé estar en contacto con agua demasiado caliente, y a su vez es peligroso para su salud meterlo dentro de una bañera con agua fría. Por este motivo se debe tener en cuenta que la temperatura ideal para la tina es de 35 grados centígrados, alrededor de la temperatura corporal del bebé. 

La temperatura del agua debe ser verificada antes de desvestir al bebé y en el momento antes a ser metido dentro de la bañera, para ello se puede utilizar un termostato de bañera o el codo, que es una de las partes del cuerpo más sensibles a la temperatura. Además, es importante saber que no se debe agregar más agua caliente durante el baño una vez que el proceso comenzó, ya que de lo contrario se podría quemar al bebé o se podría cambiar drásticamente la temperatura. 

6. Forma de proceder durante el baño: cuando se comience a bañar al bebé, como se mencionó anteriormente, éste no debe ser soltado o perdido de vista en ningún momento, ya que sería muy peligroso. Tampoco deben quedar las vías respiratorias bajo el agua ni un segundo, ya que el pequeño no sabe contener la respiración. 

En cuanto a la higienización, se deben limpiar bien todos los pliegues en el cuerpo, especialmente aquellos que están ubicados en el cuello, las manos, los pies y los genitales. Para la limpieza del cuerpo es conveniente utilizar una esponja suave, y para la higienización del rostro se puede optar por un algodón que será más delicado con su piel. 

También es importante tener confianza en una misma, para poder bañar al bebé con suavidad y delicadeza, y al mismo tiempo con confianza y firmeza. Además, un buen consejo para mantener la tranquilidad del pequeño es hablarle o cantarle mientras se lo lava. 

7. Secar rápidamente al bebé: para evitar que el bebé tome frío innecesariamente o que la humedad le produzca alguna afección en la piel, se debe secar rápidamente todo su cuerpo ni bien es sacado de la bañera. Se debe prestar principal atención a secar los pliegues en su cuerpo, y el cabello si lo tuviese

Se debe tener una toalla al alcance, la cual debe estar limpia y ser suave al tacto; de hecho existen toallas especiales para los bebés, que están diseñadas para su piel sensible, además algunas vienen con una práctica capucha para que no tomen frío.

8. Bañar regularmente al bebé: Desde que el bebé nace, y hasta que comienza a caminar o realizar actividades que lo ensucien más, se debe bañarlo tres veces a la semana como máximo. Luego, es recomendado bañar a los niños pequeños una vez al día para que mantengan una buena higiene.