La Semana Santa y los niños

La Semana Santa no es una excusa para que los hijos se parten de los padres porque a los pequeños no les gustan las costumbres de sus padres. Lo mejor es buscar soluciones para que ellos también la acepten, la conozcan, cambien su concepción y se diviertan. La Semana Santa y los niños A propósito de la semana santa que ya se aproxima, la mayoría de padres buscan compartir con sus hijos estos días y no que ellos se aíslen porque no saben que es o no les interesa, porque muchos la toman como una semana de vacaciones y no como la perciben sus padres: días de recogimiento y oración.

Y es válido que los padres piensen esto, pues sus costumbres y maneras de educación son muy diferentes y los hábitos y comportamientos durante la semana santa eran de visitas a las iglesias, oración constante y observar películas de las historias clásicas religiosas. Pero los tiempos han cambiado y es bien sabido por todo el mundo que la religión ya no tiene tanta acogida por muchos de los escándalos que ha habido en su interior y los niños y jóvenes a pesar de creen en Dios no creen en la iglesia, en sus actividades y procuran no visitarla.

A pesar de ello es bueno no forzarlos a hacer algo que no quieren, no tratar de cambiar sus pensamientos a la fuerza sino preparar un plan que permita saber todo sobre esta semana, que actividades se realizan y que significa. Para empezar a los más pequeños se les pueden diseñar juegos de pascua, como loterías, rompecabezas u otras formas didácticas y manualidades, además de la lectura de cuentos e historias, llenas de dibujos, sonidos y que les llame mucho la atención, como si fuera un cuento de hadas.  

Con los niños mas grandes su pueden hacer concursos de dibujo o adivinanzas para que se entretengan y diviertan y para los jóvenes, nada mejor que salir a conocer algunos monumentos o lugares especiales, pues les encanta viajar y visitar nuevos lugares.Esta época también es perfecta para inculcar en los niños valores de caridad, perdón, fe y ayuda y como son tan fisgones querrán aprender mucho y hacer lo que sus padres hacen, así por ejemplo si llevan un mercado a una familia pobre, a él le causará curiosidad y le parecerá llamativo lo que hacen.  También les gusta repetir lo que los adultos dicen y desde esa edad ya saben quién es Dios y es común ver como entre sus palabras enredadas, niños de 3 años pueden decir frases de una oración religiosa.

Finamente algo para poder entrar con mayor facilidad es la comida y afortunadamente hay muchos platos que son esenciales de la semana mayor, muchos a base de pescado que aunque no a todos les puede gustar, combinados con otros ingredientes, queda para chuparse los dedos. Y como postre, lo mejor es realizar en familia los famosos huevos de chocolate de pascua, jugar con la decoración y su contenido, jugar con la forma y sus empaques.Aunque hay muchas actividades para grandes y pequeños, siempre hay que tener en cuenta que cada quien tiene un proceso de entendimiento diferente, así como de aceptación y practica y aunque en un inicio los hijos no accedan a realizar todas las actividades preparadas, después de unas horas, ya les llamará la atención.