La gripe en el embarazo.

Esta enfermedad del aparato respiratorio viene producida por el virus de la influenza y teniendo en cuenta que durante el embarazo, el sistema inmunitario de la futura mamá se encuentra algo más deprimido, las mujeres embarazadas son más propensas a contagiarse con este virus.

Hay que decir que este virus se contagia con mucha facilidad de una persona a otra mediante la saliva expulsada a la hora de hablar, de estornudar o de toser, de igual manera que al contactar con las manos o con cualquier otro objeto contaminado.

Síntomas de la gripe en el embarazo

La gripe durante el embarazo tiene unos síntomas muy similares a los de un catarro, aunque lo que hace que se distinga de manera rápida, es que los síntomas se presentan de una manera súbita y en tan solo unas horas, el malestar es más que evidente. Los síntomas de esta enfermedad durante el embarazo suelen empezar con dolores musculares, malestar general, dolor de cabeza y con fiebre de más de 38 grados que puede llegar a durar hasta cuatro o cinco días.

No es muy habitual que aparezca un dolor fuerte de garganta pero sí que puede dar molestias en los bronquios, con dolor en la parte alta del pecho y que se suele acompañar de una fuerte tos expectorante, de inapetencia generalizada y de un gran cansancio. Una vez que se ha pasado la fase aguda y cuando la fiebre remite, las secuelas como la tos y el cansancio pueden llegar a durar hasta dos semanas más.

Riesgos para el bebé

Este virus no atraviesa la barrera de la placenta, por lo que tener una gripe durante el embarazo no implica que se transmita al feto, ya que dicho virus se queda en el epitelio respiratorio de la mamá, aunque algunos síntomas sí pueden llegar a afectar al bebé en su desarrollo. Para evitarlo hay que seguir ciertas normas, por ejemplo, si se tiene inapetencia, se debe seguir cuidando la alimentación y tomar los alimentos necesarios para un buen desarrollo del embarazo.

Hay que reponer muchos líquidos para evitar la deshidratación, ya sea a base de caldos, de zumos de frutas que sean ricas en vitamina C o con purés de verduras, además de por supuesto, agua. Para controlar la fiebre se deben seguir las instrucciones dadas por el médico e intentar no superar los 38,5 grados como máximo, ya que se desconocen cuál es el riesgo fetal dependiendo de la temperatura de la madre.

La congestión nasal se debe evitar a base de lavados nasales con agua marina para que no se acumule mucosidad y que se convierta en una sinusitis. El malestar y enrojecimiento de la garganta se puede aliviar con caramelos, evitando tomar cualquier tipo de medicación que no haya sido prescrita por el doctor.

El peligro de una gripe es que pueda complicarse con una neumonia al estar las defensas de la madre bajas, por ello es extremadamente importante que se sigan los controles marcados por el médico y que se guarde reposo en casa.