Encopresis. Parte I.

Aunque es mucha menos la información existente respecto a este transtorno que al de la pérdida de orina conocido como enuresis debido a que es menor su incidencia, también es importante conocer algo sobre este problema. Encopresis. Parte I. Definición de encopresis

Considerada como la emisión sin control de las heces o de la aparición de éstas en lugares poco adecuados, la encopresis no puede ser considerada como una patología de tipo orgánico ya que se suele dar en niños mayores de tres años que ya deberían de haber aprendido a tener un control sobre su intestino. Aunque este problema como ya hemos dicho, está mucho menos generalizado entre la población más pequeña, es cierto que genera muchos más problemas sociales que la simple pérdida de orina y que llega a provocar al niño que lo padece un sentimiento de ridículo que le puede llegar a hacer entrar en estados de cólera y de rabia.

Hay varios tipos de encopresis que no son de tipo funcional sino que son el resultado de factores de tipo alimentario, como una reacción alérgica a algún tipo de comida u otras sustancias o incluso a alguna anomalía de tipo anatómico o fisiológico.

Tipos de encopresis

Al igual que en el caso de la enuresis se puede distinguir entre una encopresis de tipo primario en la que el pequeño no ha logrado alcanzar el control de sus esfínteres y una encopresis de tipo secundario denominada así cuando el niño ha alcanzado durante algún período de tiempo el control de sus esfínteres, al menos durante seis meses consecutivos, y luego lo ha perdido. Algunos estudiosos del tema consideran que el estreñimiento tiene mucho que ver con este problema, ya que una retención de las heces, ya sea leve de un par de días o más grave, superior a 15 días, puede dar lugar a una inconencia de la materia fecal más tarde. Dicho grado puede ir desde algo poco frecuente, menos de una vez a la semana, hasta algo grave: diariamente.

Hay casos en que el niño siente una especie de fobia a ir al lavabo por miedo al momento en que se produce la defecación y llegan a presentar un estreñimiento de tipo crónico que suele desembocar en una encopresis por rebosamiento caracterizada por una especie de diarrea que suele verse agravada por el uso de fármacos para controlarla. Otros niños padecen una diarrea de tipo crónico debido al estrés o a algún tipo de tensión nerviosa por algún acontecimiento sucedido en el entorno familiar o escolar. También se puede hablar del caso en que los niños usan su encopresis para manipular a quienes le rodean, reclamando, por ejemplo, una mayor atención por parte de los padres o evitar acudir al colegio. En este caso en concreto, está comprobado que estos niños cuentan con un control intestinal adecuado pero aún así siguen actuando de una manera poco apropiada.