Los villancicos ya han llegado a formar parte de nuestra cultura universal. Es un elemento indispensable el poder de estas canciones que nos sirve para cantar, compartir y festejar en familia y con los amigos la Navidad.
Al llegar el mes de diciembre, existe un ambiente en el cual se percibe toda la magia que otorga esta época del año. Las calles todas adornadas con iluminaciones de colores, los regalos, las reuniones familiares, el chocolate, todo ello forma parte de estas fiestas que no serían lo mismo sin los villancicos.
El origen de los villancicos
Los villancicos se han convertido en la banda sonora de la temporada navideña. No existe un hogar, un colegio, una tienda, etc. en la que no se cante durante esta época al son de los villancicos. Pero ¿sabes de donde viene esta popular costumbre?
Los villancicos surgen durante la época del Renacimiento, mediante unas canciones que se cantaban entre el pueblo. Se trataba de melodías muy sencillas que todo el mundo cantaba para contar cualquier situación de lo más cotidiana: hablaban de historias de amor, parodiaban a sus gentes e incluso formaban parte del cancionero de Palacio.
Más adelante fue cuando se comenzaron a relacionar estas canciones con la iglesia, cantando por ejemplo el Corpus Christi. De esta forma surgieron los villancicos tal como los conocemos hot en día, cantados por los niños en el coro de una iglesia y en la época de la Navidad. Los villancicos son tradicionales de Latinoamérica y de España.
Villancicos que se comparten con amigos y familias dependiendo de cada país
En España los villancicos más populares son y que no pueden faltar en cualquier celebración durante los días que dura la Navidad son:
Hacia Belén va una burra
Los peces en el río
Veinticinco de diciembre
Campana sobre campana
La marimorena
En latinoamérica por otra parte, los villancicos más conocidos son:
Mi burrito sabanero
Feliz Navidad
El gamín
El niño criollo
Campanitas de Cuba
El niño barrigón
Estas navidades no debes quedarte sin compartir esta música navideña con tu familia, especialmente con los más pequeños de la cada y si quieres ser mucho más original, no dudes en el ser el creador de tus propios villancicos. Para ello te recomendamos que busques un elemento que se encuentre relacionado con la Navidad y ponle una melodía que se sencilla y sobre todo muy fácil de memorizar. Añádele un estribillo que sea lo más pegadizo posible y canta por todos aquellos sitios que se te ocurra. Verás como rápidamente todo el mundo comienza a seguirte.
Puedes utilizar como acompañamiento instrumentos que sean de pequeña percusión como una pandereta, unos cascabeles, unos panderos, unas maracas, o cualquier otra cosa que se te ocurra y toca al ritmo de las composiciones que hayas creado. Algo tan sencillo puede convertirse en una actividad perfecta para que durante estas fechas que son tan entrañables, todo el mundo disfrute de este juego tan creativo y divertido para todos.