En los últimos tiempos se han llevado a cabo numerosos avances para conseguir abrir una puerta a la esperanza para los tumores digestivos, sobre todo en los de páncreas e hígado que suelen ser los que más nos preocupan, ya que los tratamientos seguidos hasta ahora no siempre han resultado efectivos. 
Cáncer de hígado
Es bastante llamativo conocer que desde hace unos 60 años los tumores digestivos no han dejado de aumentar entre otras causas por la acelerada vida que llevamos a diario y que nos predispone a llevar una dieta rica en grasas junto con un mayor consumo de bebidas alcohólicas. Tanto el páncreas como el hígado, intervienen en nuestra digestión, ya que una de las principales funciones de éstos es la segregación de jugos pancreáticos y de bilis que nos ayudan a asimilar los nutrientes ingeridos.
Para ayudar a vencer o a frenar el cáncer que puede haberse generado en el hígado existen una serie de fármacos desarrollados en Canadá, consistente en unas cápsulas elaboradas con moléculas que el propio organismo consigue reabsorber y en cuyo interior llevan medicamentos y una especie de imanes muy diminutos, para que el aparato de resonancia magnética consiga guiarlos a través de los vasos sanguíneos hasta el órgano que se encuentra dañado y allí poder verter eficazmente el fármaco.
También existen una serie de sustancias que impiden que se creen nuevos vasos sanguíneos que alimenten las células tumorales para que estas se queden sin alimento y por tanto no puedan seguir creciendo. Aunque ya existe un medicamento en el mercado de este tipo los científicos esperan poder mejorarlo en breve.
Otra vía de esperanza para este tipo de enfermedades es la que se ha abierto gracias a la modificación de la vacuna de la viruela, con la que se ha logrado alargar la vida de todos los pacientes que han participado en el ensayo clínico de ésta.
Cáncer de páncreas
Para este tipo de enfermedad se están abriendo nuevos caminos con resultados muy prometedores como los fármacos creados para conseguir destruir esa especie de caparazón que recubre el tumor y que es conocido como estroma. Éstos, combinados con sesiones de quimioterapia ayudan a mejorar su eficacia. Muchas de las farmacéuticas más prestigiosas de todo el mundo se encuentran ensayando con moléculas que buscan la destrucción completa del estroma.
Para intentar frenar las células responsables del desarrollo de las células de los tumores, también se está investigando la manera de combatirlas con el denominado factor insulínico de crecimiento.
En cualquier caso lo más importante para tratar estas enfermedades es diagnosticarlas lo antes posible, por esto se investigan a la vez las distintas mutaciones genéticas que pudieran tener lugar tras el cáncer de hígado o de páncreas para poder identificarlas incluso antes de que existan. Prevenir los factores de riesgo y tener controladas muy bien este tipo de enfermedades en el momento en que se presentan, es una de las mejores formas de conseguir alejar el tumor.
