Los beneficios de la natación pueden aprovecharse a cualquier edad y nada mejor que los bebés aprendan a nadar a temprana edad, por supuesto junto a sus padres. De allí surge la matronatación que busca la estimulación del bebé a través de diferentes estímulos. 
El agua es un medio que los bebés disfrutan mucho siendo la natación uno de los primeros deportes que puede practicar un bebé, inclusive antes de comenzar a gatear, algo que hasta hace un tiempo atrás no era recomendado por los pediatras para niños tan pequeños, siendo según su postura la edad ideal a partir de los cuatro años.
Sin embargo, con la aparición de un nuevo tipo de natación especialmente ideado para los bebés hoy es posible que ellos disfruten de los beneficios del agua desde su más tierna edad.
La matronatación es un nuevo concepto que se basa en un tipo de actividad física y de estimulación acuática del bebé que desarrollada a través de juegos le permite al bebé aprender tanto a flotar como a moverse en el medio acuático pero con la ayuda de sus padres. Este estímulo será beneficioso para cuando el bebé llegue a los cuatro años, momento en que su cuerpo estará preparado para hacer los movimientos propios de la natación.
En las clases de matronatación el papel que cumple la madre o el padre dentro del agua acompañando al bebé es fundamental, ya que ellos participan de forma activa con esta nueva experiencia y además es una excelente manera de reforzar el vínculo entre los padres y el bebé.
Los expertos en el tema aconsejan que se comience con esta actividad cuando el bebé ya ha cumplido los cuatro meses de edad, teniendo en cuenta que su sistema inmunológico ya estará maduro y disminuye el riesgo de padecer resfriados o un problema de otitis.
Dependiendo del lugar donde se practique las clases de matronatación puede variar pero en términos generales tienen una duración de 45 minutos siempre dependiendo de los reflejos y resistencia que presente el bebé y también de la colaboración de los padres y monitores.
Durante estas clases suelen utilizarse materiales como pelotas o tablas especialmente diseñadas y adaptadas para los bebés
Antes de comenzar a frecuentar las clases es necesario realizar una consulta con el pediatra y que éste constate que el pequeño está en condiciones de desarrollar esta actividad, que además de relajarlo también ayuda a que el niño descanse bien y se encuentre de buen humor.
Dentro de los beneficios que más se destacan se encuentran un mejor desarrollo psicomotor ya que a pesar que a tan corta edad el bebé aún no gatea ni camina puede moverse con total libertad al estar en el agua comenzando también a tener las primeras nociones de espacio y distancia.
La matronatación es de gran ayuda para el desarrollo del aparato locomotor y optimiza el rendimiento muscular brindándole mayor movilidad y rapidez. Asimismo, y teniendo en cuenta que el medio acuático exige un esfuerzo respiratorio mayor el bebé fortalece su aparato respiratorio.
A pesar que el bebé disfruta del agua será necesario un tiempo de adaptación y por ello los padres pueden comenzar a familiarizarlo durante el baño diario en casa por medio de juguetes que le permitirán divertirse, algo que asociará luego al encontrarse en la piscina.
Dentro de las condiciones indispensables para llevar adelante estas clases se encuentran por ejemplo que el agua se encuentre a una temperatura de unos 32 grados y que el nivel de cloro sea el adecuado ya que un exceso podría causar daño a los pulmones del bebé.
Del mismo modo los vestuarios también deben estar climatizados y cercanos a la piscina para evitar posibles enfriamientos. Por lo demás, se trata de una experiencia única tanto para los bebés como para los padres que disfrutarán de un momento inolvidable junto a sus pequeños hijos.
Foto Vía:tauntonbirthforum
