Hora de jugar en casa!

Jugar puede parecer algo común y corriente de hacer y en realidad par a los niños es así, pero son los padres quienes a veces, en la búsqueda de que su hijo tenga una «perfección», actúan de maneras erróneas y confunden al niño, limitándolo en lo que más les gusta hacer. Hora de jugar en casa! Es bueno generar hábitos de juego en los niños dentro de su propia casa para que se sientan a gusto, felices, cómodos y libres al poder desenvolverse y explorar y explotar sus capacidades. Es bueno que los padres motiven y permitan ciertas actividades, para que pueda alejarse del sedentarismo, de la perdida de imaginación y su identidad de niño. Para el niño es un derecho jugar y es casi una obligación hacerlo todo el día y todos los días, así que está bien aceptar y permitir que el pequeño busque sus medios de juego en el momento y lugar que quiera, siempre y cuando no presente un riesgo para él.

Generalmente tienen una habitación favorita y es allí donde crean sus rutinas, que aunque sean las mismas y puedan resultar monótonas para los adultos, para los niños es lo mejor que pueden hacer. El hecho de permitir que jueguen y solucionen sus dudas, es lograr que empiece a tomar autonomía y conocer lo que puede estar bien o mal, o incluso aportarle algo para su educación. Cuando son muy pequeños, los niños quieren hacer participes a sus padres de los triunfos que han logrado, así que los invitan a que vean sus creaciones, sus inventos o sus dibujos, y es necesario que papá o mamá expresen su alegría y orgullo por lo que ha logrado. La atención y la escucha es la mejor manera de motivarlos a que hagan las cosas por si mismos y a que tomen seguridad y confianza. 

Cuando un niño propone un juego, es bueno seguirle la idea, pues es por algo que le llama la atención, por eso no hay que imponerle lo que los adultos quieran o con lo que ellos se diviertan, porque finalmente la infancia es del pequeño y es él quien la está alimentando con sus juegos. Así que si una niña quiere jugar con carros o futbol, no debe haber problema o confundirse con inclinaciones hacia lo masculino. No puede exigírsele que sólo se centre en muñecas o en oficios como cocina o lavar, así sea de mentiras. Poco a poco y dependiendo de la edad y de lo que ven y aprenden, ellos identificaran que les gusta, que no, porque actividades sienten muchísima afinidad y por cuales no tanto. 

En los momentos de comer o del baño, no hay que interrumpir abruptamente su actividad, sino tratar de informarle que tiene que hacer y que más tarde puede continuar con su juego. Si un padre es agresivo con el niño, probablemente el reaccione de la misma manera, porque considera que está bien  y que todo lo que hagan los mayores, sobre todo sus papás, el también debe hacerlo.