Padres de hijos con problemas de audición

Los niños sordos buscan mecanismos de defensa para protegerse contra los ataques de la sociedad y para poder controlar esto, nada mejor que el apoyo de los padres y el vinculo que ambos deben generar para reforzar la seguridad y la confianza. Padres de hijos con problemas de audición El tener un hijo con ciertas discapacidades representa un miedo y preocupación para cualquier padre o madre y es asumir una nueva tarea sumada a la de ser padres comunes y corrientes que crían, alimentan, enseñan, orientan y demás, pero en el caso de los niños con problemas de audición puede ser aun más complejo. Poco a poco hay signos que llevan a que un padre se dé cuenta de que su hijo padece de sordera pero hay que saber controlar la emociones, tratar ayudarlo y apoyarlo y enseñarle nuevas cosas acerca de su vida que no será igual al del resto de los niños, pero puede ser igual de común y corriente. 

Debe haber un vinculo muy estrecho entre el niño y sus padres y más si la enfermedad es dese que nació, el lazo más cercano es con su madre quien debe proporcionarle la mayor cantidad de cariño y comprensión pues estos pequeños son inseguros y deben sentir una mano amiga y segura a su lado.  Para aquellas que no pueden cuidarlo porque trabajan y tienen varios compromisos, deben dejar encargada una persona de confianza como el padre o un familiar cercano que lo pueda cuidar y que sepa entenderlo y no lastimarlo. Por el lado del papá, debe cuidar cada uno de sus comportamientos, pues es su ejemplo a seguir, la figura para aprender todo lo que hace así no escuche, y si es agresivo, eso aprenderá, si es amoroso, también lo aprenderá, pero no hay que excederse en castigos o autoridad, porque hay que entender que sufren de una discapacidad que aunque no los hace diferentes ni extraños, requieren un tipo de educación y compresión diferente. 

Lo importante es que se le de cierta libertad para que no se sienta tan dependiente de los padres y aprenda a hacer las cosas por sí mismo. Los padres deben entender que no es su culpa el hecho que el bebe haya nacido con esa deficiencia, y no hay que caer en culpabilidad, depresión o tristeza excesiva, pues el pequeño no entenderá que pasa, incluso si los toman como objeto de discusión o rechazo. Todo es un proceso y se supera con el tiempo, incluso los pequeños les enseñan nuevas cosas y poco a poco pueden ir desarrollando una relación entrañable. No hay que tratarlos como si fueran un ser extraño que no debe ser incluido dentro de la sociedad, por el contrario, hay que hacer que se sientan seguros así tengan otro lenguaje o manera de comunicarse. 

Para quienes no tienen una deficiencia muy grave, se pueden emplear audífonos para facilitarles la vida y así controlar su carácter refunfuñón, agresivo y a la defensiva con el que siempre andan. Todos los niños pasan por esta etapa y lo ven como cierto mecanismo de defensa para que no sean dañados por comentarios o juzgamientos, pero no dura para siempre, depende del apoyo de su familia.