Juegos con agua, un éxito asegurado. Parte II

El agua es un elemento que los pequeños suelen adorar puesto que la consideran como un material de juego con el que disfrutan gracias a su consistencia tan especial y a sus propiedades tan variadas ya que salpica, fluye, se evapora o incluso adopta distintas formas. Juegos con agua, un éxito asegurado. Parte II

Fuerza de la gravedad

Con el agua se puede jugar tanto al aire libre utilizando pequeñas piscinas, cubos, pelotas hinchables, como en casa con unos vasos de plástico o unas botellas, tapones, cañas o barquitos de papel. En este caso en concreto vamos a utilizar unos vasos transparentes, azúcar, sal, arena y piedras pequeñas. Este juego puede hacerse con niños mayores de tres años.

Dependiendo de las características de algunas sustancias, éstas tienden a disolverse dentro del agua mientras que otras logran mantener intacta su consistencia. Para poder demostrárselo a los pequeños, colocaremos sobre la mesa algunos vasos de agua y el niño tendrá que introducir en cada uno de ellos distintos materiales. Por ejemplo en el primero sal, en el segundo, azúcar, harina en el tercero, etc., aunque antes de hacer esto sería aconsejable que intentara imaginar como van a reaccionar cada una de las materias una vez se hayan sumergido dentro del agua.

En el momento en que introduzca el azúcar o la sal verá como desaparecen mientras que cuando se use la harina, notará que se expande y que tiñe el agua de color blanco. Al dejar caer las piedrecitas o la arena, apreciará que no sufren ningún cambio y que se depositan sobre el fondo del vaso en un mayor o menor tiempo dependiendo de su peso.

El objetivo de este pequeño juego es llevar a cabo los primeros experimentos de los niños con hipótesis y comprobaciones así como la adquisición de los más elementales principios de la física y de la química.

Barquitos

A partir de los tres años y medio de edad podemos llevar a cabo este juego realizado con un barreño, una pajita y objetos de distintos tamaños.

Junto con el niño llenamos un barreño con agua y vamos sumergiendo objetos de distintos materiales como por ejemplo papel, de corcho, un clavo de hierro, un palillo de madera o una piedra. Después se puede ir mostrando al niño como algunos flotan mientras otros se hunden y que esto depende del material con el que estén hechos. Igualmente podemos proponer a los niños que hagan una barquita con los materiales que consiguen flotar como el corcho, el papel o el palillo de dientes. Para ello debemos insertar el palillo en el papel a modo de vela e insertando todo ello en el corcho que hará las veces de barco. Para moverlo podemos generar el viento soplando a través de una pajita.

Con este juego estaremos introduciendo al niño en las manualidades a la vez que aprender a clasificar los objetos dependiendo del material con el que estén hechos y de su peso.