Deportes para niños: Equitación

1La equitación se recomienda a niños a partir de los cuatro años de edad ya que con esta práctica, además de aprender a cuidar de los animales, lograrán aprender muchas más cosas. A continuación te detallamos todo sobre este deporte para que tus hijos puedan practicarlo.

¿Cuándo pueden aprender equitación los niños?

A partir de los cuatro años pueden iniciarse en este deporte montando en poni. Hacia los nueve años ya pueden comenzar a montar a caballo de una manera autónoma.

¿Qué aprenden los pequeños con la equitación?

En las clases de equitación los niños logran aprender muchas cosas desde abajo, ya que antes de empezar a montar a caballo deberán conocer y dominar todos los preparativos como por ejemplo limpiar los establos, ensillar a los animales, cuidarlos y embridarlos de una manera correcta. Además también se les enseña la forma correcta de montar, los distintos pasos y las órdenes adecuadas para los caballos.

Equipamiento necesario

El casco es obligatorio y debe estar homologado. Tienen que ser nuevos ya que uno de segunda mano puede estar dañado a causa de anteriores caídas y no ofrecerá la protección adecuada.

Para las clases de equitación los niños necesitan unos pantalones de montar que sean largos para evitar que se rocen con la silla. Estos pantalones son elásticos y se adapta al cuerpo perfectamente estando reforzados por la parte inferior, refuerzos que son antideslizantes para garantizar un agarre perfecto a la montura.

También son necesarias unas botas de montar que garanticen un buen apoyo en el estribo. Se fabrican en materiales diferentes como la piel sintética o el cuero, aunque al principio bastará con unas botas de caucho.

Muy importantes también son los guantes para que cuando el caballo tire de las riendas, las manos de los niños queden protegidas. Hay que usar unos específicos para la práctica de este deporte ya que unos guantes normales pueden resultar demasiado gruesos o resbaladizos.

Existen diferentes tipos de varas o fusta por lo que hay que comprobar cuál es la que mejor se adaptará al uso que le vaya a dar el pequeño. Las fustas que son muy largas son difíciles de manejar al cambiar de lado, mientras que las cortas no son muy efectivas para dirigir al animal. La fusta tiene que ser elástica y no demasiado rígida.

Habilidades adquiridas con la equitación

Entre los muchos beneficios que este deporte tiene para la salud, montar a caballo previene a los niños de lesiones posturales y fortalece su musculatura lumbar. Además mejora el sentido del equilibrio y se refuerza la coordinación ojo mano. A través de la relación con los caballos, los pequeños aprenden más sobre sí mismos, sus habilidades y sus cuerpos.

Por último, gracias al contacto con estos animales, los niños mejorarán sus habilidades comunicativas, aprenderán a desarrollar su confianza y a cuidar de otro ser vivo. Con estas experiencias positivas su autoestima se verá reforzada así como la confianza en sí mismo.