Los niños deben aprender de nuestra mano todos los hábitos de higiene, uno de ellos es el del lavado de dientes después de cada comida.
Desde que nuestros hijos son pequeños debemos enseñarles a adquirir hábitos de higiene con respecto a su cuerpo. Ducharse a diario, lavarse las manos con la frecuencia necesaria, cepillarse los dientes después de las comidas y lavarse el pelo.
Los niños deben asumir estas necesidades de higiene desde que son muy pequeños, sino cuando sean mayores no le darán la importancia debida y la limpieza corporal tiene mucha repercusión en las relaciones sociales.
Los dentistas y odontólogos recomiendan lavarse los dientes al terminar cada comida, cuando son pequeños debemos tener un cepillo de dientes bonito y con algún muñequito para que les sea más atrayente la operación. Al principio será como una especie de juego el lavado de dientes. Podemos ayudarles a hacerlo, cuando nosotros realizamos el cepillado de nuestros dientes. Será una forma de incorporar a sus hábitos los de la vida adulta. Ellos deben tener al alcance el cepillo de dientes y la pasta. Actualmente existen dentífricos con sabores similares a las chucherías que les facilita que quieran que llegue ese momento. Todo lo que pueda favorecer incorporar buenas costumbres, no puede plantearse como innecesario.
El cuidado de los dientes y las encías de un niño para que esté bien hecho, incluye cepillado y enjuague, también visitas periódicas al dentista y cualquier tipo de tratamientos necesarios como fluoruro, extracciones, empastes o correctores dentales y otras ortodoncias.
Tener y conservar los dientes y encías en buen estado es esencial para una buena salud completa del niño. Los dientes deteriorados o con deficiente desarrollo suelen producir una alimentación precaria o infecciones, o problemas con el desarrollo del lenguaje y como consecuencia, conflictos de autoestima.
Los recién nacidos y los bebés no tienen dientes, pero también es importante el cuidado de la boca y las encías.
Desde que son pequeños hay que llevar una educación en la higiene dental. Hay que tener cuidado y prevenir posibles problemas:
•Limpiar las encías del bebé después de cada comida.
•Comenzar a usar un cepillo de dientes suave en lugar del paño para la limpieza de los dientes del niño tan pronto como aparezca el primer diente.
•La primera visita del niño al dentista debe ser entre la aparición del primer diente y el momento en que lo tenga todos.
•El niño debe limpiar los dientes y encías como mínimo dos veces al día y particularmente antes de ir a la cama.
•Llevar al niño al dentista cada unos seis meses y comentarle si el niño se chupa el pulgar o respira a través de la boca.
•Cuando le salgan los dientes permanentes, debe usar seda dental cada vez que se lave los dientes.
•El dentista u odontólogo nos dirá cuando el niño puede necesitar aparatos ortopédicos o extracciones para prevenir problemas a largo plazo.