Famosos obsesionados con sus hijos

Ser madre o padre es una experiencia tan extraña pero apasionante y que llena de felicidad, que algunos padres como los famosos, llegan a enloquecer literalmente en medio de la crianza de sus hijos. Aquí lo más extraño que han podido hacer y que no se cruzaría por la mente de muchos futuros papás. Famosos obsesionados con sus hijos Es normal que cuando una mujer va a ser mamá y sobre todo por primera vez, se experimenten todo tipo de sensaciones, de emociones y de querer hacer cosas extrañas que seguramente creen que ninguna otra madre ha hecho, pero en realidad hay casos en los que ya raya la tradición o el exceso de originalidad, sobre todo para la mayoría de la sociedad.

Una de esas locas ideas que últimamente están rondando en la cabeza de las madres famosas y que esta tomando mucha fuerza es la de comerse la placenta donde vienen sus hijos, como lo hacen la mayoría de mamíferos. Lo que cada una argumenta es que quieren diferenciarse y hacer lo mismo con sus hijos. Las actrices que han pasado por este camino son varias, entre ellas January Jones, que cuando tuvo a su hijo, quiso comer su placenta entonces los médicos le recomendaron que lo mejor era transformarla a comprimidos y de están manera obtuviera de una manera más natural y fácil todas las vitaminas y nutrientes necesarios de esta parte tan importante en el embarazo. Lo mismo pasó con el embarazo de Katie Holmes y su pequeña Suri, pero quien consumió la placenta fue el papá, Tom Cruise. Es tanta la excentricidad y las costumbres del famoso con su hija que decidió comerse esa porción en la que venía su hija y de paso volverse tan dedicado y de paso alcahueta con ella, que a pesar del divorcio con Holmes, aun le de todo lo que la pequeña quiere, así cueste demasiado dinero. 

Otras tradiciones que tiene las recién madres, son la de actuar como una especie de pájaro, entonces comen normalmente, pero generan un bolo alimenticio que depositan directamente en la boca de su hijo. Puede no ser muy agradable, pero para ellas es muy común y hasta saludable. 

No se sabe si pueden ser extremos o unas ganas increíbles de marcar una identidad tan definida y casi imposible de copiar y por eso actúan de esta forma. Por ejemplo, a Salma Hayek, después de ser madre, se le metió en la cabeza de que la leche materna es tan buena que  en cada momento quería estar amamantando a sus hijos, así estuvieran fuera de la etapa de lactancia materna o durante los viajes o momentos más extremos, pero lo importante era no dejar de hacerlo. O Ginet Patrowl quiere hacerlos tan intelectuales e inteligentes, que llevaba un profesor especializado en música para que sus hijos con tan solo dos años, empezaran a tocar entre uno y dos instrumentos. 

También hay padres que tiene reglas que pueden ser irse a los extremos, por una parte la familia Pitt Jolie, que con sus seis hijos, 3 adoptados y 3 biológicos, los dejan hacer todo lo que quieren y les dan todo lo que piden porque consideran que  los hace mejores personas y sabrán lo que quieren y lo que son, mientras que por el otro lado, Madonna prohíbe a sus hijos ver televisión, comer helado, mucho menos comer alimentos transgénicos y mantenerse lejos de los medios de comunicación, pues eso puede motivarlos a hacer lo que quieren  y sin reglas.