Urgencias infantiles

Una urgencia infantil, según la Organización mundial de la Salud es la aparición fortuita en cualquier actividad o lugar, de un problema de gravedad y causa diversa que genera la conciencia de una inminente necesidad de atención, ya sea por parte de quien lo padece o de su familia. Urgencias infantiles

Aprender cómo distinguir las situaciones de urgencia

Existen muchos momentos a lo largo de la vida de un niño que van a requerir una atención especial, por lo que es importante que tanto los padres como los familiares más cercanos aprendan a distinguir entre aquellas situaciones que verdaderamente son una emergencia, de aquellas a las que tan sólo será necesario asistir a una consulta del pediatra ordinaria.

Para tomar la decisión de acudir a un servicio de urgencia con nuestro hijo hay que tener en cuenta algunos factores entre los que se encuentran la edad del niño. No será lo mismo una fiebre de 38 grados centígrados en un bebé recién nacido que en un niño de tres años al que se puede administrar algún antitérmico suave para esperar hasta que le vea al pediatra, que en el primer caso en que será necesario trasladarle hasta el servicio de urgencias más cercano.

El comportamiento que presente el niño también resulta muy significativo, por lo que se deben observar cambios tanto en su sueño, como en su alimentación o en el llanto.

Si el pequeño ha sido diagnosticado con algún tipo de patologia determinada o si ha sufrido algún ingreso hospitalario reciente o sobre todo, algún tipo de intervención quirúrgica, se debe acudir cuanto antes al servicio de urgencias.

Situaciones para acudir a urgencias

Una intoxicación ya sea por medicamentos o por productos de limpieza, requieren una atención médica de urgencia sea cual sea la edad del niño. Resulta extremadamente importante saber que tipo de sustancia ingirió y las cantidades aproximadas para que el equipo médico pueda actuar con toda la información posible.

En el caso de heridas profundas en la que se encuentren cuerpos incrustados dentro de ellas o es las que se puede visualizar o tocar los huesos, es importante no tocar dicha herida y acudir cuanto antes a urgencias.

Si el niño ha sufrido un golpe en la cabeza que vaya acompañado tanto de vómitos, de pérdida de consciencia o de un dolor intenso o progresivo así como de pérdida de sangre o de líquido por la nariz o los oídos, es de especial importancia su traslado al hospital.

Cuando existen quemaduras graves también se deberá acudir cuanto antes a urgencias. Si son leves bastará con colocar sobre la zona afectada agua fría durante unos diez o quince minutos para terminar aplicando un poco de crema hidratante y por supuesto, observar su evolución.

Dolor de abdomen

Se debe acudir igualmente a urgencias cuando exista un dolor en el abdomen persistente e intenso y que interfiera en la actividad normal de niño, así como si éste viene acompañado de vómitos de color verdoso o con sangre.