Tomar sol durante el embarazo

Durante el embarazo, si bien es necesario que la futura mamá se exponga a los rayos solares para favorecer la producción de vitamina D (importantísima para el bebé), también es preciso que lo haga tomando algunas precauciones. Durante la gestación la mujer está más sensible a golpes de calor, manchas en la piel, etc., que se pueden potenciar con la exposición prolongada y descuidada al sol. Tomar sol durante el embarazo Si bien el sol se asocia con la vida y los beneficios que trae para la salud, también desde ya hace unos cuantos años se conocen los riesgos de la exposición prolongada y progresiva a los rayos solares. El envejecimiento prematuro de la piel y el cáncer de piel, se asocian directamente con el sol y se hace mucho hincapié en los cuidados de la piel.

Durante el embarazo, es necesario que la futura mamá tome algo de sol para favorecer la producción de vitamina D, indispensable para la formación ósea del bebé. Sin embargo, la exposición debe hacerse cuidando mucho la piel, ya que durante esta etapa la mujer está más vulnerable.

Cuáles son los riesgos del sol para la embarazada

Aumento de la temperatura corporal: La exposición prolongada al sol aumenta la temperatura del cuerpo, incrementando los riesgos de defectos del tubo neural del bebé y/o aborto espontáneo.

Aparición de manchas en la piel: por el embarazo, los niveles de progesterona y estrógeno se elevan, estimulando la producción de melanina, produciendo la hiperpigmentación de la piel, esto favorece la producción de manchas denominadas cloasmas, que aparecen más cuando la piel se expone al sol.

Descenso del ácido fólico en el organismo: La exposición a los rayos UV se asocia con la disminución de ácido fólico en el organismo de la embarazada. Y el ácido fólico es fundamental en la gestación, ya que reduce el riesgo de defectos del tubo neural del bebé.

Recomendaciones para cuidar la piel del sol durante el embarazo

  • Exponerse al sol sólo en los horarios recomendados, evitando hacerlo entre las 11 de la mañana y las 4 de la tarde.
  • Utilizar un protector solar con factor 30 o más para prevenir la aparición de cloasma (manchas) al que las embarazadas son más propensas.
  • Aplicar el protector solar ½ hora antes de exponerse al sol
  • Utilizar protector también en días nublados (los rayos UV que envejecen la piel y causan cáncer de piel, pasan a través de las nubes) y aunque se esté a la sombra (el agua, la arena, la nieve y el cemento, reflejan los rayos del sol quemando la piel).
  • Aplicar protector solar cada 2 horas, ya que la transpiración, el agua, etc., hacen que éste pierda su efecto.
  • Utilizar gorro y lentes de sol siempre para proteger la cabeza y el contorno d ojos que es una zona muy delicada de la piel.