Sin lugar a dudas el embarazo es un proceso importante en la vida de una mujer con cambios físicos y psíquicos de trascendencia tanto para ella como para el bebé. Un estado que la lleva a experimentar a la futura madre emociones y sentimientos especiales. 
?Este estado que se extiende por el término de nueve meses y que concluye con el nacimiento del bebé produce cambios que pueden generar molestias y algunas patologías de diferente magnitud, siendo por ello aconsejable utilizar los métodos naturales que existen para cuidar de su salud durante todo este lapso.
El aumento de peso y volumen, con la lógica sobrecarga en la región lumbar suele provocar lumbalgias de distinto grado, pudiendo causar además pinzamientos sobre el nervio ciático. Este cuadro sumado a otras patologías como vómitos, hinchazón de tobillos, mala circulación, etc., puede tratarse por medio de la medicina convencional y complementarse con terapias como Shiatsu.
Así, en el ámbito milenario de la medicina China es posible hallar diferentes dolencias que se relacionan al embarazo como la denominada “debilidad de riñón” que se traduce en un bloqueo de energía provocada por la posición del feto que no permite un movimiento adecuado de la energía ascendente y descendente. Para este y otro tipo de malestares durante el periodo del embarazo puede utilizarse el Shiatsu para aliviar distintos desequilibrios que pueden ir apareciendo y permitir que la futura madre disfrute de un embarazo más confortable y también saludable.
Una sesión normal de Shiatsu tiene una duración de aproximadamente una hora, en tanto que en una embarazada se reduce a 45 minutos y puede realizarse el trabajo de Shiatsu en cualquier posición hasta el tercer mes y después de ese tiempo la posición para trabajar será siempre en posición lateral con el complemento de cojines y manta para mayor comodidad.
Cada sesión de Shiatsu se realiza con la mujer vestida con ropa cómoda y holgada a ser posible de fibras naturales para mejorar el contacto. Siendo importante que para tratar embarazadas el terapeuta posea una buena formación y varios años de experiencia una forma de generar la confianza necesaria en la mujer. Además, muchos de estos terapeutas acompañan a la futura madre durante todo el proceso, brindándole rutinas especiales de ejercicios y hasta determinadas pautas de alimentación.
Los objetivos de la terapia Shiatsu son:
- Lograr el equilibrio en las zonas más cargadas del cuerpo (lumbar, cervical, piernas)
- Nutrir la sangre y tonificar el riñón.
- Movilizar la energía eliminando los bloqueos que aparezcan.
Durante la sesión de Shiatsu se trata sobre todo de conectar con el ciclo de respiración de la paciente y presionar cuando hay expiración, logrando así una mayor relajación. De gran importancia es la calidad del contacto para transmitir a la paciente seguridad y confianza y a esto se llega por medio de un trabajo de concentración realizando el tratamiento con gran calidez y también respeto.
Cabe recordar que durante el embarazo el tratamiento lo reciben dos personas, la madre y el bebé, siendo entonces importante trabajar para potenciar la energía original del feto, por medio de la estimulación de determinados puntos que se corresponden con el riñón, órgano se encarga de nutrir y aportar esencia al feto, según la medicina oriental.
Existen determinadas zonas del cuerpo de la embarazada y puntos específicos que deben evitarse ya que pueden inducir al parto, entre ellas se encuentran:
- La zona superior del músculo trapecio.
- El área interna de las piernas.
- La región del sacro Los huecos de las rodillas.
Sin embargo, estas zonas pueden utilizarse cuando el parto se atrasa en el tiempo y es necesario inducirlo, pudiendo además estimularse un punto del meridiano de la vejiga para girar el feto, cuando se presenta de nalgas.
El Shiatsu una forma natural de llegar al momento del parto con salud y bienestar tanto físico como anímico, siendo posible continuar con esta terapia en un tratamiento especial postparto que sirve para reequilibrar el cuerpo.
Foto Vía: Lifehealingasrts
