Halitosis en los niños

El mal aliento no es solo problema de los adultos pues en los niños también es frecuente que pase y puede darse por hábitos como chuparse los dedos o por una falta de higiene dental, incluso hasta por el reflujo que puedan sufrir los pequeños. Halitosis en los niños Los niños también se pueden convertir en presa del mal aliento y más teniendo en cuenta que sus hábitos de higiene durante esta edad son muy escasos porque aunque haya orientación de los padres, ellos tienen una constante pereza y aburrimiento por limpiar y arreglar sus dientes. Pero aun así son los adultos quienes poco a poco deben inculcarles que deben cuidar su boca y su dentadura para conservar una salud bucal en un futuro. El mal olor en las bocas de los pequeños se debe principalmente a los restos de comida que quedan alojados en sus encías y pocos dientes que tengan y la descomposición que generan las bacterias bucales. Además también se pueden alojar en el interior de las mejillas y parte de la garganta. 

En las horas de la mañana es más común debido a la acción de las mismas bacterias durante un tiempo largo y es habitual que muchas personas se bañen la boca o por lo menos la enjuaguen antes de dirigirse a otra persona, y esto sería muy bueno enseñarlo a los pequeños. Una de las causas que frecuentemente provoque el mal aliento en los bebes y niños pequeños es la manía de tener un dedo o la mano en su boca. Lo que se puede hacer es darle sorbos de agua para facilitar el enjuague interno de la cavidad bucal. Incluso los chupos son un foco importante de este problema porque en él también se refugian muchos restos de comida pero por la costumbre del pequeño de tenerlo en su boca ya sea en momentos de descanso o para irse a dormir hace difícil que esto pueda controlarse y a veces aunque el chupo se cambie, el niño tiene una recordación por la forma y el color de su objeto favorito para llevarse a la boca. 

En cuanto a la llevada de las manos a la boca, lo importante es tener una higiene constante de ellas pues esta costumbre se perderá con el paso del tiempo y mientras tanto hay que cuidarlo de bacterias y hasta infecciones. También hay factores como el reflujo o la regurgitación que puede darse constantemente y entonces esto puede aumentar el problema de la halitosis. Para el caso del chupo, lo mejor es hacerle una desinfección constante en agua hirviendo para quitarle las bacterias, el mal olor y los residuos de alimentos, incluso los residuos de saliva que se depositan dentro del plástico cuando el bebe le produce orificios. Así mismo puede pasar con las mantas que se convierten en otro elemento que genera malos olores tanto en la cobija como en su boca. 

Al dejar pasar este  problema por alto hay que tener en cuenta muchas de las consecuencias que se pueden generar entre las cuales se pueden presentar un daño en las encías y dientes existentes y el riesgo es mayor para los niños que han mudado de dientes porque se puede acumular sarro, caries e incluso hacer perder uno que otro diente y que no vuelva a nacer. Las visitas al odontólogo también son benéficas pues allí por medio de diversos métodos se puede inculcar al niño una correcta higiene además de una revisión.