La fobia consiste en un miedo irracional y desproporcionado que una persona experimenta ante ciertas situaciones u objetos. Normalmente el sujeto sabe que su miedo es absurdo y que no representa ningún peligro real y se esfuerza para vencerlo pero no puede controlar su temor y adopta una serie de conductas sin sentido que le llevan a perder la confianza en sí mismo. 
¿Qué es una fobia?
Se denomina neurosis fóbica a aquella en el que síntoma predominante es la aparición de un miedo irrazonable ante un estímulo. Las fobias además de producir sufrimiento, hacen perder la capacidad de la persona para desenvolverse normalmente. Estos sujetos adoptan dos conductas defensivas: por una parte evitan todas las situaciones que lo provocan hasta el punto de llegar a bloquear su actividad y la otra conducta es la de huir de la posibilidad de que se presenten.
Las fobias pertenecen al grupo de trastornos que tienen como base la ansiedad, de igual manera que los trastornos obsesivo-compulsivos, o los ataques de pánico. Una característica común en varios tipos de fobias es la necesidad de la presencia de una persona que acompañe al individuo ya que de esta manera se siente mucho más tranquilo y seguro.
Tipos de fobias
En realidad cualquier cosa puede llegar a convertirse en una fobia con lo cual la lista sería inacabable por lo que vamos a señalar algunas de las más frecuentes y que pueden ser englobadas bajo una serie de conceptos como la fobia a los espacios, entre las que encontramos el miedo a las alturas y a los espacios cerrados, conocida como claustrofobia, pero probablemente la más común entre la población actual es la agorafobia, consistente en el miedo a los espacios abiertos, a estar lejos de casa, a viajar en transportes públicos, sobre todo en el metro o incluso a encontrarse en calles llenas de gente o por el contrario totalmente vacías.
También tiene una elevada incidencia en la población, la fobia social que consiste en la presencia de una serie de miedos asociados a reuniones sociales como acudir a fiestas, comer en restaurantes o aparecer y hablar en público. El miedo a la enfermedad se ha acentuado en los últimos tiempos y concretado en algunas enfermedades como el cáncer o el Sida. En el caso del temor a sufrir un infarto, se llega a establecer un círculo vicioso, ya que el enfermo ansioso tiene dolores en el pecho o latidos acelerados, causados por la propia ansiedad y se preocupa por ello de forma obsesiva. Las personas que sufren cancerofobia pueden actuar de dos formas: que el enfermo acuda muy frecuentemente al médico para asegurarse su salud o que no acuda aún en caso de necesitarlo por miedo a que le diagnostiquen la tan temida enfermedad.
Miedo a los animales, a volar, a conducir, a las tormentas, al agua, a la muerte o fobias de tipo impulsivo en las que las personas que las padecen tienen miedo de enloquecer y llevar a cabo actos agresivos ya sea contra sí mismo o contra las personas que quiere sobre todo, como es el caso de la fobia a clavarle, por ejemplo, un cuchillo a un hijo pequeño, hacen que se eviten actuaciones tan cotidianas como entrar en la cocina o acercarse a una ventana.
