¿Qué es el spoting o sangrado de implantación?

Hay veces en que todavía no se sabe si estamos embarazadas y se produce un sangrado que se confunde con la regla directamente, por lo que no se descubre el embarazo hasta varias semanas después. En otras ocasiones sí que se sabe que se está gestando un bebé y dicho manchado provoca desazón en la futura mamá. En cualquier caso siempre será el médico el que ayudará a diferenciar el problema.  Sangrado de implantación Aunque  el sangrado de implantación, también conocido como spoting puede llegar a resultar alarmante, se trata de un síntoma más de un embarazo y no tiene por qué tener consecuencias negativas. Y es que cuando el óvulo fertilizado se implanta en la cavidad del endometrio, o sea, en el interior del útero, se puede llegar a producir un sangrado. Más o menos un tercio de las mujeres que se encuentran embarazadas sufren un sangrado leve durante la implantación. Existen mujeres en qué esto les sucede en cada uno de sus embarazos, pero no siempre es así, por lo que no es necesario alarmarse si se llega a producir un manchada al comienzo de un segundo o de un tercer embarazo. La implantación tiene lugar entre el noveno y el décimo día aproximadamente después de la ovulación y de la fertilización, por lo que dicho sangrado puede llegar a producirse entre el día sexto o el duodécimo después de la ovulación. ¿Por qué se produce este sangrado? Cuando el óvulo fertilizado se implanta en el útero, éste llega a producir unas enzimas que le ayudarán a digerir el recubrimiento del útero, lo que a su vez hará que pueda anidar en él, para adherirse al endometrio, lugar en el que se nutrirá de la sangre de la madre. Debido a esto y por su rica naturaleza en sangre, puede llegar a producirse un pequeño sangrado conocido como sangrado por implantación o spoting. Cuando el óvulo fertilizado o blastocito, como se le conoce, anida y se queda implantado firmemente, es cuando ya se le considera un embrión. ¿Cómo se diferencia este manchado del de la menstruación? Este sangrado suele ocurrir unos antes de la fecha programada para la regla por lo que si no se tiene una menstruación regular es muy fácil confundirlo con ella. Por otra parte el sangrado es bastante más ligero y de un tono más marrón o más rosado que el del periodo, no habiendo por lo general ningún coágulo. La menstruación suele comenzar con un sangrado ligero que después se convierte en más abundante para terminar siendo más ligero al final. El sangrado de la implantación no sigue dicho patrón y aunque a veces tiene un color rojo intenso, suele ser escaso y ligero. La duración del spoting suele ser de entre uno y tres días aunque puede llegar incluso a los cinco. Es importante saber que si se está embarazada y se presentan manchados hay que informar rápidamente al médico para que determine la causa y para que establezca la semana del embarazo en la que se está para saber si puede llegar a corresponder a la implantación o no.