Pilates para niños

La práctica del método Pilates no está solo reservada a los adultos, muy por el contrario se trata de un tipo de disciplina que pueden realizarla los niños, siendo muy recomendable para que al llegar a mayores no deben reeducar su cuerpo, pudiendo así mantener la evolución normal del mismo. Pilates para niños

Cuando un niño desde pequeño practica Pilates, de adulto le será sencillo mantener una postura correcta en todas las actividades diarias tales como sentarse, caminar o agacharse, evitando lesiones, fortaleciendo además los músculos del abdomen y la espalda, corrigiendo todos los desequilibrios corporales existentes.

Pilates es un método excelente para que lo practiquen niños hiperactivos y nerviosos ya que es una forma de aprender a controlar su respiración y a hacer ejercicios de relajación que logran armonizar su cuerpo y también su mente.

En la actualidad,  el sedentarismo es un mal que afecta a los adultos pero también se ha trasladado a los niños que suelen permanecer muchas horas sentados, tanto en la escuela, como en su hogar viendo la televisión, estudiando o frente a la computadora.

Este tipo de hábitos son nocivos para el organismo ya que la columna debe soportar más presión cuando el niño permanece sentado que cuando se encuentra de pie.

Frente a estos problemas las sesiones regulares de Pilates ayudan al pequeño aumentar su fortaleza frenando los desequilibrios que se producen a nivel muscular, además de otros muchos beneficios. Se recomienda que comiencen a entrenar con este método los niños a partir de los siete años en adelante e ir haciéndolo de forma progresiva comenzando con ejercicios sencillos e ir incrementando la dificultad a medida que el niño adquiere destreza en el desarrollo de las rutinas.

Por otra parte, Pilates comprende ejercicios que se adaptan perfectamente a los niños y les ayudan a tonificar los músculos de una forma más dinámica, a equilibrase y también conocer mejor su propio cuerpo y los cambios que en él se van produciendo.

Aquellos ejercicios que ayudan a mejorar la postura son los más recomendables cuando un niño comienza con este tipo de rutina. Asimismo, los niños tienen una mayor flexibilidad corporal pero de todas formas en necesario controlar los trabajos de estiramientos para que no se lesionen.

Por ello, deberán ser hechos siempre con cuidado y conociendo las limitaciones propias de su edad. También, siempre será más sencillo que un niño adquiera una buena postura por medio de ejercicio físico que estar todo el día corrigiendo esas mismas malas posturas.

Trabajar tanto la fuerza, como la técnica, flexibilidad, orientación, equilibrio y capacidad aeróbica es fundamental pero como Pilates no es completo en lo referente a aeróbicos sería conveniente que el niño practique por ejemplo natación y complemente con Pilates ese deporte.

El objetivo principal de pilares es la enseñanza de posturas correctas y para ello existen determinados ejercicios como el Puente que ayuda a estirar cuadriceps y flexores de cadera. Con el ejercicio denominado el Cisne podrán mejorar la movilidad en toda la zona toráxica y la postura del cuerpo en general, trabajando la extensión de la espalda.

También, son excelentes las flexiones de espalda en paralelo ya que con ellas se mejora la movilidad de la columna logrando crear un espacio adecuado entre la s vértebras y fortaleciendo la musculatura de esa zona.

El movimiento es indispensable para los huesos de un niño y por ello es importante enseñarle el hábito de moverse de forma adecuada sobre todo a través de una rutina de ejercicio físico adecuada, algo tan importante como la higiene diaria y la alimentación.

El método Pilates les ayuda a los niños a conocer mejor su cuerpo, adoptar siempre una buena postura aumentando su coordinación y concentración.

Foto Vía:bodylogicphysiotherapy