Padres que deben poner limites

Los padres deben aprender a educar a los pequeños desde que tienen aproximadamente 6 meses, pues ya es posible que entiendan muchas cosas y poco a poco se acostumbren o adecuen a ciertas normas y deberes que también les darán beneficios y ciertos tipos de premios. Padres que deben poner limites El ser padre no es tarea fácil y a muchos les da miedo como poder educar correctamente a sus hijos sin ser totalmente permisivos pero tampoco prepotentes y autoritarios, la idea es no caer en los extremos y ser equilibrado con respecto a decisiones, comportamientos, castigos, premios y demás. El problema se intensifica más en los tiempos actuales, en donde la libertad ha pasado a ser libertinaje y los niños crecen tan rápido que quieren hacer lo que quieren con solo 10 años o menos, son más agresivos y poco respetuosos con sus padres, no quieren estudiar mucho ni hacer tareas y solo viven pendientes de los videojuegos y la tecnología porque ya ni al parque o a tomar el sol quieren ir, entonces los padres comparan sus épocas con las actuales y les parece un reto imposible de lograr.

Los códigos y comunicación infantil son cada vez mas privados y reservados entre sus grupos, los padres ya no hacen parte de su esquema de confianza y no es que les de miedo contar las cosas por que se ganen un castigo, simplemente les da pereza y no les importa que sus padres conozcan de su vida y terminen opinando u orientando, que es el papel de todo padre, pero evidentemente los hijos no lo saben. Todo deriva de la desorientación de estos, pues no saben cómo actuar si un hijo comete una falla, no conocen el mejor castigo o incluso si un llamado de atención con una palmada pueda funcionar, pues ahora los hijos se escudan que todo es maltrato infantil y que por cualquier cosa pueden llegar a demandar, solo viven pendientes del dinero y de que tengan listas sus cosas como ropa, alimentación y juegos. 

Lo ideal es que desde pequeños los niños tengan claras las normas de juego, los límites, horarios, normas y órdenes y que a partir de su comportamiento puede recibir ciertos beneficios, es necesario emplear castigos comunes como no poder usar videojuegos o la televisión durante un tiempo, enfocarse primero en las tareas y luego la diversión, enseñarles desde pequeños a tender sus camas o hacer tareas básicas, no permitir que alcen la voz o manoteen, si es necesario hablar con vehemencia, no para tener miedo sino respeto por las ordenes de sus padres, pero también saber ganar su confianza para que sepan actuar y acudir cuando sea necesario. 

Es importante que no se alejen, que no se aíslen o se encierren, hay padres que opinan que una palmada en las nalgas a veces es un signo que ellos entienden como correctivo, pero no hay que excederse. Cuando se es padre o madre solo es mucho más complejo el trabajo, pero no hay que dejar de lado la autoridad, porque es posible que viendo la fragilidad y soledad, el aprovecharse sea más fácil. Nunca hay que permitir que agredan o intenten ser violentos, porque lo verán como un mecanismo de defensa el cual es permitido y nadie les dice nada. A veces los mejores castigos son la indiferencia, el hablar un poco duro y sin mucho cariño o afecto o la prohibición de sus actividades o hobbies favoritos, para que aprendan a equilibrar las cosas.