Niños que gritan mucho

Los gritos pueden ser un comportamiento normal en los niños pero cuando ya se vuelven exagerados pueden ser realmente molestos. Hay que tener criterios de educación, de relajación para los niños y de creación de actividades para que se distraigan y logren controlarse. Niños que gritan mucho Desde que un niño empieza a tomar autonomía, los padres evidencian como será el comportamiento de sus hijos, pero a veces hay cosas que no le agradan del todo y es necesario actuar para poder modificarlo, porque dentro de la sociedad, puede que no sean aceptados por cosas que se pueden corregir, en este caso, el exceso de gritos, pedir todo con un tono exagerado de voz y hasta hacer pataletas acompañados de alaridos que incomodan a cualquiera, pero es más porque son muy consentidos y se convierten en personitas caprichosas.

Todo se trata de respeto y educación desde casa y a veces es necesario el hecho de que los niños entren a un jardín que ayude a educarlo y de paso entretenerlo en otras actividades y no en lo que él se quiera enfocar. A  veces el hecho de que un niño tenga esos comportamientos acompañados de gritos, es que tienen mucho estrés acumulado y se puede deber a que solo vive sus emociones. Cambios y aprendizajes en un solo lugar, donde no conocen a nadie, no ven a nadie más que sus padres y pueden vivir solo con un televisor y la situación es bastante monótona, así que buscan salidas para poder expresar sus inconformidades. Hay que enseñarles que las cosas no se piden a gritos, que se puede hablar y corregirlo cuando empiece a gritar sin control alguno. 

Hay que tener en cuenta que para los pequeños, cada cosa que hacen es una especie de ritual, en donde cada detalle debe ser importante, pues si se les cambia un vaso, el color la cuchara o el canal que pueden ver todos los días mientras toman sus onces, les implica una alteración, entonces los padres y madres tienen que prestar mucha atención a ello y tratar de conservarlo todos los días, para que no se moleste. Pero ojo, no hay que confundir el hecho de cuidar este tipo de detalles por cierta edad, con darles todo lo que quieren y mal acostúmbralo. Obviamente no hay que gritar a otras personas ni mucho menos a él, porque el hará todo lo que ven y de inmediato lo aprenderán, ya que son como una especie de esponjas, que toman lo bueno y lo malo y desafortunadamente, lo malo es lo que puede llegar a facilitárseles. Que salga a jugar a un parque y sobre todo con mas niños  puede llegar a ser una salida para que controlen toda su ira, furia o hiperactividad y poco a poco esas ganas de gritar, irán disminuyendo hasta que entiendan que la mejor forma de comunicarse es hablando.