Medidas a adoptar cuando tu bebé regurgita demasiado. Parte II

Las regurgitaciones aunque son algo muy habitual en los bebés pueden llegar a preocupar a los padres si no tienen la información adecuada. Descubre todo lo que necesitas saber sobre este proceso natural de cualquier bebé. Medidas a adoptar cuando tu bebé regurgita demasiado. Parte II

¿Qué hacer si las regurgitaciones son cada vez más abundantes?

Cuando durante las primeras semanas de vida del bebé, incluso durante los primeros meses, las regurgitaciones son demasiado frecuentes y/o abundantes, es decir, que el niño expulsa una cierta cantidad de leche de la que ha tomado, puede que el bebé sufra de ardor en la laringe o en el esófago después de cada una de sus tomas, provocado por los ácidos que tiene el estómago. Cuando el caso es demasiado intenso, el pediatra será el encargado de recomendar a los padres poner en práctica algunas medidas que ayuden a disminuir la frecuencia de dichas regurgitaciones. Algunos médicos aconsejarán por ejemplo añadir al biberón algún tipo de espesante o incluso darle leche antirreflujo, aunque lo cierto es que este tipo de productos no suelen recetarse demasiado. Por eso lo más importante es consultar con el pediatra ante cualquier tipo de duda concerniente al bebé.

Si aun así el problema sigue persistiendo, el doctor puede llegar a aconsejar algún tipo de medicamento que acelere el vaciamiento del estómago del bebé  o que ayude a disminuir la producción del ácido en el estómago. Cuando este tipo de medidas resulten insuficientes, el pediatra necesitará pedir algún tipo de pruebas como por ejemplo una ecografía, una ph-metría esofágica o ouna radiografía con papilla de bario para poder descartar cualquier tipo de anomalía anatómica. En cualquiera de los casos la madre o el padre podrá comprobar que el bebé llora mucho, está muy irritable después de cada una de sus tomas, que come mal o que aumenta muy poco de peso.

¿Se puede confundir una regurgitación con un vómito?

Lo cierto es que cualquier  madre sabrá distinguirlo sin problemas. Una regurgitación sale sin ningún tipo de esfuerzo y es una pequeña cantidad de leche que normalmente aparece después de eructar. En cambio un vómito procedente del estómago es expulsado con mucha fuerza, además de ser más molesto y mucho más abundante que una regurgitación.

¿Por qué aparece el vómito?

El vómito siempre aparece cuando los músculos del abdomen y el diafragma se contraen, gracias a la orden que proviene del centro del vómito que se encuentra en el cerebro. Dicho centro se activa cuando el pequeño tiene una infección en su aparato digestivo, cuando hay sustancias extrañas en su sangre, ya sea por medicamentos o por productos tóxicos o incluso cuando tiene cualquier infección en sus oídos.

¿Los vómitos ocasionales son preocupantes?

Los vómitos que se producen de una manera ocasional en las primeras semanas de vida del bebé, no suelen tener mayor importancia ya que en la mayoría de las ocasiones se encuentran relacionas con algún tipo de trastorno en su alimentación, ya sea por un exceso en la comida o porque al bebé se le ha forzado a comer, por ejemplo. Eso sí, si los vómitos se repiten demasiado o salen con mucha fuerza, es indispensable consulta cuanto antes con el pediatra.