Hay lugares y objetos que por excelencia los niños prefieren, pero son los mismos que tienen altas concentraciones de bacterias las cuales pueden generar enfermedades. Todo niño es dado a meter las manos en cualquier lado, a mantenerse en el piso jugando o a llevar sus manos a la boca después de haber jugado todo el día o haber ido al baño. Y hay ciertos objetos con los que interactúan frecuentemente que están repletos de bacterias y que se traspasan fácilmente al pequeño. El primero es el teléfono, en el cual se alojan partículas de saliva y microorganismos de cada una de las personas que lo usan y a veces los niños y bebes se lo llevan a la boca, lo lamen o juegan con él. Según estudios tiene 400 veces más gérmenes que lo que podría tener un lavamanos. Fácilmente por medio del uso de este aparato, se puede transmitir la gripa u otras enfermedades.
Con el avance de la tecnología, un computador dejo de ser un objeto de trabajo o de adolescentes, jóvenes y adultos, pues cada vez se observa más en el mercado diversos tipos de juguetes y aparatos semejantes a un computador que están diseñados para niños, o a veces son tan aficionados a los juegos que ofrece el internet, que los pequeños aprenden a utilizar rápidamente en computador normal pero así mismo quedan al alcance de diversas bacterias que se alojan entre las teclas o la pantalla. Sobre todo para este tipo de elementos es bueno que los padres cuenten con un anti bacterial y la higiene sea constante para controlar la cantidad y que los niños corran riesgos de enfermarse.
También es adecuado enseñar al niño desde pequeño a lavar sus manos con agua y jabón sin necesidad de desperdiciar , sobre todo antes y después de ir a baño y antes y después de utilizar cualquier objeto que sea usado por otras personas o elementos de la calle como los tubos de los buses.Los parques sin duda son los mayores focos de contaminación y enfermedad pues los visita gran cantidad de gente y con todo tipo de enfermedades contagiosas además que los pequeños ponen sus manos en el pasto donde perfectamente pudo haber orinado un perro o estar contaminado por las bacterias de los zapatos que se alojan en las suelas de quienes pasean por allí. Con respecto al contexto escolar, las maletas y loncheras de los niños son fuente de contaminación para ellos, porque suelen tenerlas en el piso, arrastrarlas o tener un cuidado mínimo cuando hay contacto con el piso u otras superficies sucias. Finalmente y tal vez lo que más les guste, son las mascotas. Un perro o un gato puede albergar millones de bacterias y parásitos que se traspasan fácilmente a los niños. Además que gustan de que les den besos o cogerles el hocico.