Los juegos y los juguetes

Tanto el jugar como los juguetes que emplean los niños, además de ser un pasatiempo para ellos, pueden ser para los padres una herramienta educativa que se les brinda. Por eso, a continuación se explica como sacar el mayor beneficio para el desarrollo infantil con los juegos y juguetes que emplean diariamente. Los juegos y los juguetes Diferencia entre juegos y juguetes

Es normal que no haya en los niños ni los padres una real distinción entre ambas palabras y sus sentidos, por eso se debe tener en cuenta que la adquisición de un juguete no es la de un juego.

Un juguete es un elemento destinado para el entretenimiento infantil, el cual claramente es material y tiene algún fin que se alcanza desarrollando determinada acción o determinado conjunto de acciones. 

Además, los juguetes tienen la característica de ser inanimados, de manera que la vitalidad es brindada por el jugador, incluso cuando se habla de los más modernos, que siempre necesitan de un jugador para poder “ser”.

En cambio el juego o el jugar, es la acción o conjunto de acciones que los niños despliegan con el juguete, lo que les permite alcanzar el objetivo del juego o el que ellos le propongan a su uso. El juego puede desplegarse además, en solitario o de forma participativa con otros niños o adultos. 

Para dar un ejemplo más explícito las cartas son un juguete (para todas las edades) del cual se pueden desplegar diferentes juegos, cada uno con una modalidad de juego, acciones y objetivos diferentes. 

Los juguetes y el juego como herramientas educativas

Los juguetes son producto de ciertas circunstancias culturales y sociales que se viven en determinado tiempo y lugar histórico, por eso suele suceder que cambian los juguetes que se utilizan de acuerdo a cada aquí y ahora particular que viven quienes los emplean.

A raíz de esto surge la mal denominado “juguete viejo” o “juguete primitivo”, de acuerdo a la cantidad de acciones u objetivos que propone para los niños. 

Sin embargo, si se toma un juguete que carezca de cualquier modernización, como una muñeca que no hable y no se mueva, se puede apreciar como el preciso hecho de que no haga nada por si misma la convierte en un elemento versátil, que permite desplegar en la niña o niño que la utiliza un sin fin de actividades dotadas de una creatividad y originalidad única que se la da el propio niño. Esto se debe a que cuantas más acciones predestinadas tenga un juguete, menos margen le dejará al niño de idear usos y formas de juego para éste. 

De esta manera la versatilidad y el entretenimiento que brinda un juguete consiste en la extensión de posibilidades que le puede brindar el niño, y no de los usos predestinados que contiene al momento de comprarlo. Por eso no se debe confundir un juguete moderno con movimientos, frases y luces, como algo que brinda una mejor metodología de juego para los niños. 

Es importante que los adultos siempre se pregunten que otras propuestas puede desprender un juguete, y si le permitirá al niño desarrollar su creatividad, su originalidad, o al menos le brindará información acerca del mundo que lo rodea.