Esta hortaliza es rica en licopenos que ayuda a las defensas de nuestro organismo además de defenderle contra el cáncer, por lo que se recomienda incluirlo en nuestra dieta diaria para poder beneficiarnos de todas sus propiedades. 
¿Por qué se deben comer tomates?
Entre los múltiples beneficios que nos ofrece esta fruta – hortaliza nos encontramos con que nos ayuda a eliminar las toxinas de nuestro cuerpo gracias a su elevado contenido en potasio y sin embargo, bajo en sodio, lo que provoca un efecto diurético perfecto para conseguir eliminar las toxinas y el exceso de líquidos, por lo que está especialmente indicado en personas que tenga problemas de retención de líquidos, en hipertensos o en las que tengan cálculos renales.
También está indicado para ayudarnos a mantener el peso, ya que apenas aporta 20 kilocalorías por cada 100 gramos que consumamos de este alimento, pues está compuesto sobre todo por agua. A la vez es muy rico en fibras, por lo que ofrece un gran efecto saciante, mientras que ayuda a estimular el tránsito intestinal.
En anticancerígeno gracias a los licopenos que también se encuentran presentes en la uva roja y en la sandía, ayudando a prevenir cierto tipos de cáncer sobre todo el de pulmón, el de colón, el de próstata y el de páncreas. Esta sustancia es la que le ofrece ese característico color rojo y que actúa como un potente antioxidante que ayuda a nuestro sistema inmunológico a la par que reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y de tipo degenerativo. La elevada cantidad de vitamina C que se encuentra en los tomates, ejerce una acción laxante ideal para reducir también el riesgo de sufrir enfermedades gastrointestinales.
Mejora la piel, el cabello, los huesos gracias a las vitaminas A y E que también se encuentran entre sus nutrientes, que consiguen reducir el efecto de los radicales libres, que son los responsables del envejecimientos de nuestras células y contribuyen a la formación de glóbulos rojos y de colágeno además de ayudar a la absorción del calcio.
Cómo comprar los tomates
Son muchas las variedades de tomate que existen en el mercado, unas indicadas para consumir mejor en crudo y otras para cocinar, como por ejemplo los tomates de pera. Aunque todos ellos se encuentran en el mercado durante todo el año, cuando mejor se puede disfrutar del sabor de esta hortaliza es durante los meses de primavera y de verano.
A la hora de comprarlos es preferible evitar los que están demasiado blandos o tienen magulladuras. Aquellos que presentan en su piel manchas verdes o amarillas significan que no están demasiado maduros, por lo que es preferible adquirir aquellos que tengan un color rojo intenso.
Se pueden mantener fuera del frigorífico siempre que no estén demasiado maduros, aunque siempre en un lugar fresco y que no les de el sol. También se pueden congelar, pero pelados o escaldados, aunque hay que tener en cuenta que durante el proceso de congelación pierden parte del jugo por lo que se recomienda utilizarlos para cocinar ya que crudos no contarán con todas sus propiedades.
