Limpieza en el recién nacido

Un bebé es un ser muy frágil que empieza a acostumbrarse poco a poco a lo que le da el mundo y así mismo una mujer que es madre por primera vez tiene muchos miedos porque no sabe como satisfacer todas las necesidades de su hijo sobre todo y la mas esencial, la higiene de su pequeño cuerpo. Limpieza en el recién nacido Para las madres primerizas siempre es un gran reto enfrentarse a la limpieza de su bebe y mas para evitar infecciones o alergias y más porque son muy pequeños y frágiles y sienten que cualquier cosa les puede hacer daño o no saben cómo realizar ciertas cosas sin pensar que lo hacen mal.Como el bebé hasta ahora esta adaptándose a su nuevo hogar fuera del vientre materno no puede someterse a una vida común, por eso mismo los primeros días no toman un baño normal sino que son aseados con algodones humedecidos con los cuales se limpia todo el cuerpo excepto el ombligo o el resto del cordón umbilical. Por eso hay recomendaciones para quienes están aprendiendo:

– Limpieza de las nalguitas: primero hay que estar pendiente de cuando el niño ensucie el pañal para evitar que se le queme la colita. Es bueno utilizar toallas húmedas porque el papel higiénico lo que hará es lastimarlo y resecarlo. Lo mejor es evitar los jabones u otros productos porque como aun no se sabe el tipo de piel del bebé y lo pueden irritar. 

– Limpieza del rostro: Si se presenta una irritación es bueno aplicar una cremita hidratante sobre todo en el área del rostro. Los masajes pueden ser importantes para que el chiquito se relaje. Para los ojos es se pueden utilizar gasas mojadas con agua hervida para retirar los residuos en sus ojos y con movimientos de adentro hacia afuera. La boca puede ser humedecida con agua hervida por medio de algodón o gasa esterilizada y es buen para retirar restos de leche y evitar que la boca se irrite. 
Si el pequeño sufre de labios resecos se puede aplicar una capa de crema de cacao para humectarlos y que no se partan. Por último la nariz hay que tomar al bebé y recostarlo boca arriba, aplicar un poco de agua con sal marina en cada fosa para despejarlas. Después de unos minutos retornar al niño a su posición normal para que salgan el resto de mucosidades. Hay que evitar introducirles algo en sus orificios nasales porque aun son muy frágiles y pueden presentarse lesiones.

– Limpieza del cabello: El cuidado debe ser como el de un adulto solo que de manera más delicada pero se puede peinar y lavar común y corriente y hay productos especiales para los bebés con el objetivo de que no se les irriten los ojos y tengan un olor típico a ellos.Para lavarlo se puede limpiar con un algodón o esponja suave que ayude a retirar el shampoo.

– Limpieza de las orejas: Se  pueden utilizar copitos pero no con mucha frecuencia pues  pueden ser dañinos o puede ser reemplazado por un trozo de algodón enrollado y pasarlo ligeramente por toda la oreja. Lo importante es que esto solo sea para limpiar la oreja externamente y no utilizar por ejemplo el copito para hacer presión dentro del oído.