La pregorexia. Parte II

3Las mujeres afectadas por la pregorexia tienen una preocupación enorme por aumentar su peso durante la gestación e intenta evitarlo, entre otras cosas, controlando las calorías. De igual manera que ocurre con otros trastornos alimentarios, una gestante pregorexia, no suele ser consciente de este problema y consideran que su actitud es normal. Por ello, las personas que conviven a su lado tienen que estar vigilantes ante cualquier señal que pudiera aparecer.

Consecuencias de la pregorexia

Para la futura mamá las consecuencias principales que pueden derivar de este trastorno son un estado de desnutrición tanto a nivel de nutrientes como calórico y que son necesarios para el mantenimiento correcto del organismo.

Por otra parte existe una obvia disminución de la masa muscular ya que hay que utilizar material estructural como las proteínas, como fuente de energía. Además se produce un desequilibrio hídrico, alteraciones enzimáticas y hormonales, alteraciones en la regulación de la temperatura corporal, irritabilidad y cambios de humor, problemas en la piel y alteraciones en la lactancia.

Las consecuencias de la pregorexia para el feto también pueden ser muy serias e irreversibles. Entre las más graves están las alteraciones neurológicas, una posible existencia de malformaciones, un retraso en el desarrollo fetal y en el crecimiento habitual dependiendo de su tiempo de gestación, alteraciones digestivas o respiratorias y muerte fetal.

Prevención y tratamiento

Es una enfermedad con base psiquiátrica por consiguiente el especialista que deberá iniciar el proceso será un psicólogo o un psiquiatra y a continuación ir al unísono con el resto de profesionales que se necesiten como por ejemplo un nutricionista.

De cara a prevenir este trastorno, hay que vigilar muy de cerca a la mujer embarazada que previamente haya padecido anorexia, bulimia o cualquier otro trastorno en la conducta alimentaria, y ante cualquier signo de alteración ante la comida, habrá que ponerse en contacto con el equipo especializado.

Es muy importante normalizar el momento de las comidas e intentar crear un ambiente distendido y relajado en esos momentos para rebajar cualquier tensión. Los acompañantes o familia de la embarazada no deben perderla de vista pero sin llegar a agobiarla o forzarla con la cantidad que come o los ingredientes que utiliza pues podría ser contraproducente e incluso empeorar el pronóstico.

Lo más prudente para prevenir este trastorno es llevar una alimentación sana, completa y lo más variada posible, pero aprender también a disfrutar de la comida en cada momento.

En el momento en que la mujer embarazada se de cuenta de que tiene un problema, lo más fácil está por llegar, pero es sumamente importante que ella lo reconozca, de lo contrario, todo resultará mucho más complicado.

Una vez lo haya asumido, con ayuda de sus familiares, amigos y de los profesionales que la van a atender durante todo el embarazo, le será mucho más sencillo superar la pregorexia.