La danza del vientre

La danza del vientre proviene de la evolución de un tipo de baile en el que apenas existían movimientos excepto lo de las caderas y que tal como la conocemos hoy, es la combinación de elementos de Oriente Medio y del norte de África. La danza del vientre Origen de la danza del vientre

Existen numerosas teorías sobre el nacimiento de este singular baile. Una de ellas y la menos comprobada es la que nos dice que  desciende de las danzas practicadas en el antiguo Egipto. Otra de las teorías es la que explica el origen de esta danza en un baile de tipo religioso practicada por las antiguas sacerdotisas en los templos y que en la actualidad es la que cuenta con mayor apoyo popular. También existen referencias de tipo histórico en las que se cuenta que este tipo de baile se practicaba para tener un buen alumbramiento.

Se piensa que los pueblos de origen gitano, en algunos de sus múltiples desplazamientos, adoptaron esta peculiar forma de bailar, practicada por las mujeres a la luz de la luna con su vientre al descubierto para conseguir quedarse embarazadas y que fueron difundiéndolo por cada uno de los lugares por donde pasaban.

Beneficios de la danza del vientre

La práctica de este baile, cada vez más extendida en el mundo occidental, consigue  no sólo fortalecer los músculos del abdomen sino también la parte inferior de la espalda y sobre todo la pelvis. Otro de los beneficios es que se obtiene una mayor coordinación de los músculos así como la disminución de la rigidez del cuerpo y una mejor circulación ya que al ejercitar de una manera importante los músculos, éstos requieren de más oxígeno y el sistema circulatorio trabajará para ofrecérselo.

También está comprobado que las mujeres que practican este tipo de danza sufren de dolores menstruales menos intensos gracias a los movimientos pélvicos que van masajeando toda esa zona y que evitan el tener que recurrir a medicamentos para paliar dichos dolores. Otra de las ventajas de practicar este baile es que ayuda a prevenir la artrosis armonizando la función de los músculos del cuerpo con las articulaciones y los cartílagos lubricándolos de una manera natural. Además se consigue una pérdida considerable de peso ya que se llegan a quemar alrededor de 300 calorías por cada hora que se practica.

No podemos olvidarnos del efecto terapéutico que ejerce sobre la mente de las personas que la practican, pues ayuda a curar el nerviosismo, el estrés, la depresión e incluso la neurosis, que por otra parte son algunas de las afecciones más típicas de estos días.