La costra láctea en los bebés

2Aunque su nombre parezca que indica algún tema relacionado con la leche, lo cierto es que no tiene nada que ver, aunque recibe este nombre porque es algo bastante común entre los niños que todavía están tomando leche.

Síntomas

Se trata de costras que aparecen en el cuero cabelludo del bebé y que les produce mucha incomodidad puesto que les pica y su tolerancia aún es muy poca. Estas costras suelen endurecerse, crear caspa, arrugarse e incluso puede extenderse a la zona del pañal, al cuello o a las axilas en casos más graves.

Primeramente aparecen como unas manchas de tono rojizo que se van agrandando poco a poco hasta secarse y arrugarse, creando escamas o lo que se conoce como caspa o dermatitis seborreica.

Donde más aparecen es en el cuero cabelludo lo que puede significar una pérdida de cabello, aunque volverá a crecer en el instante en que esta afección remita.

Tratamiento

Con unas cuantas indicaciones normalmente, la costra desaparece, siendo por ejemplo conveniente masajear la cabeza del niño con una toalla que no contenga agentes hidratantes ni alcohol y de esta manera las escamas se irán con la toallita. También es recomendable lavar su cabello con un champú que sea muy suave así como específico para los lactantes. Cepillarles el pelo con un cepillo de cerdas suaves ayudará a romper las escamas antes de proceder a lavarle la cabeza.

Si las escamas son muy gruesas no se deben arrancar con los dedos ya que se le podría hacer daño y abrirle una herida que podría llegar a infectarse. Lo mejor es aplicarle un aceite mineral para reblandecérselas.

Se aconseja igualmente eliminar el exceso de aceite de su cuerpo sobre todo si se le hidrata después de bañarle. Es mejor utilizar leche hidratante ligera que sea específica para la piel del bebé.

Igualmente habrá que eliminar la colonia durante esta temporada así como las cremas con perfume ya que contienen alcohol que podría llegar a afectar su piel ya de por sí delicada, y en estos momentos mucho más.

Prevención

Para prevenir esta afección existen una serie de pautas que se deben llevar a cabo como bañarle con jabones que sean neutros, secarle con una toalla de algodón y sin friccionar su piel, no mantenerle nunca húmedo y poner especial atención en los pliegues de su piel.

Hay que procurar no lavarle el cabello cada día y dependiendo de lo graso que lo tenga, hacerlo de dos a cuatro veces a la semana, ya que lavarlo en exceso podría provocar un aumento de sebo en su cuero cabelludo.

En cualquier caso, hay que tener en cuenta que esta es una afección muy común en todos los lactantes y que aunque resulta incómoda, especialmente para los bebés, tiene fácil solución si se siguen los consejos que hemos dado y por supuesto, la consulta con el pediatra siempre es indispensable.