Jugar con plastilina

La plastilina, al igual que otros materiales y juegos infantiles, nos proporcionan herramientas educativas para el desarrollo de algunas capacidades de nuestros hijos. Jugar con plastilina

Todo lo que sea fomentar la creatividad en nuestros hijos tiene mucho interés para nosotros. La plastilina que tanto les gusta, ofrece muchas posibilidades como entretenimiento, como factor de aprendizaje.

Este elemento blando y lleno de colorido, ofrece a los niños muchas posibilidades. Sus características presentan un gran atractivo. Es un juguete barato, pero cuanto más pequeños sean los niños más vigilancia requiere, hay que estar atentos para que no intenten comérsela, la edad más adecuada para empezar a trabajar la plastilina es a partir de los tres años. Antes puede resultar peligroso.

Moldear plastilina colabora de forma muy activa en el desarrollo del niño, contribuye a aumentar su capacidad de concentración, les ayuda a fijar metas, colabora en los procesos de aprendizaje y les tranquiliza porque fija su atención en la actividad.

Para los niños es un material fácil con el que tienen contacto directo. Pueden reproducir el mundo que les rodea e incluso crear formas nuevas. Como la plastilina no ofrece resistencia se sienten muy libres y creativos. Es un elemento que les ayuda a exteriorizar y a manifestar ese mundo de ilusión que llevan dentro.

Trabajar con plastilina les ayuda a desarrollar la psicomotricidad fina, a ser hábiles con las manos y a preparar sus aptitudes para la escritura. Los niños que juegan con plastilina, escriben mejor, tienen hábitos de movimiento en las manos. Además este tipo de actividad aumenta su capacidad de atención y observación. Generalmente un niño cuando toma un trozo de plastilina está pensando en reproducir algo, casi siempre al intentar hacerlo se da cuenta de lo difícil que es reproducir en la realidad, lo que está en su mente o en su imaginación. Eso hará que los niños peleen por conseguir hacer lo que está en su cabeza. Les ayudará a ser constantes y a descubrir que el arte es un trabajo, no sólo es espontaneidad.

Conviene que revisemos al comprar la plastilina, el etiquetado de producto no tóxico y que procuremos que se laven siempre las manos al terminar de modelar con ella.

Podemos ayudar a nuestros hijos a hacer sus creaciones con plastilina e incluso a hacer cuadros que luego se pueden barnizar. Sobre un soporte de madera fina podemos hacer las líneas de un paisaje o muñeco, ellos irán colocando los diferentes rellenos en plastilina. El resultado es un cuadro muy original que podemos enmarcar en la habitación de nuestro hijo.

Existe en la red un enlace muy simpático para dibujar virtualmente con plastilina, http://lnx.rebujito.net/images/pizarra/rainbow.swf, aquí no hay problema de edades, ni de toxicidades, ni de lavado posterior de manos. Es una página muy creativa, en la que nuestros hijos pueden pasar un rato muy divertido. Además permite imprimir las obras de arte y hacer de cada paisaje tantas versiones diferentes como láminas coloreemos con plastilinas distintas. Podemos guardar este enlace en favoritos y tenerlo como recurso de premio si terminan pronto los deberes. Si entramos en esta página no solamente se lo pasarán bien los niños sino seguramente nosotros también haremos obras de arte con plastilina.