Seguir la vida después de tener un bebé

Una mujer cuando tiene hijos, siente que su vida ha dado un cambio radical en su mundo y aunque en cierta parte tenga razón, tampoco puede eliminar su vida para enfocarse solo en su pequeño. Todo se trata de aprender a organizar la vida, las actividades, el cuidado del niño y aprender a disfrutar también de actividades sola o con su pareja. Seguir la vida después de tener un bebé Tener un bebé implica cambios en la vida radicales y acostumbrase a que las rutinas y responsabilidades se modifican y deben ser más grandes. Pero aunque se tengan hijos, esto no quiere decir que todo el mundo deba girar en torno a ellos y que se dejen de lado actividades que antes se tenían, como ver una novela, salir con las amigas o incluso, disfrutar una noche con la pareja. 

La mayoría de mujeres empieza a sentirse culpable porque creen que su vida quedo atada a la crianza de sus hijos, pero todo depende del nivel de organización y responsabilidad para cada actividad, también depende de la manera  en que eduque a sus hijos y de entender que son seres humanos y no objetos o propiedades. También deben saber que si tienen deseos que salir con su pareja o incluso de tener intimidad, no es un pecado o tiene nada de malo, pues son etapas naturales que se viven y se superan, y el pequeño no siempre será recién nacido. 

Evidentemente cuando un bebé llega, se convierte en una prioridad y aunque necesite la mayoría del tiempo, no lo emplea todo. Además, cada persona, incluso una mujer en esas condiciones, puede llegar a padecer de la depresión postparto y necesite espacios de soledad y refugio en su habitación o un lugar de su casa donde pueda relajarse. Siempre habrá manos amigas que puedan pensar algún tipo de ayuda, entonces ya sea en la pareja o un familiar como los abuelos o los tíos, podrán ayudar a cuidar al pequeño cuando sea necesario, y lo importante es que es solo por un par de horas, para que también modifiquen un poco su rutina. 

Cuando los niños están creciendo, es bueno entablar un excelente dialogo y comunicación, para que entiendan, que es importante que los padres tengan sus espacios y que aunque papá y mamá salgan por algunos minutos u horas, no quiere decir que los vayan a abandonar o no estén pendientes de ellos. Los momentos que pueden llegar a ser claves, son los lapsos donde los hijos están en el jardín o el colegio o cuando algunos fines de semana se van con sus abuelos de paseo. 

Un último esfuerzo, debe darse por parte de los adultos, es decir, de los padres, porque además de cuidar a su hijo, deben cuidar la relación de pareja, porque finalmente la idea es que dure por mucho tiempo y que el pequeño se sienta seguro, creciendo dentro de la familia que está identificando desde sus primero años de vida. Hay que buscar los medios para no caer en la monotonía, para encender la llama de la pasión por más que acaben de tener un hijo, de re enamorarse día tras día, de cuidarse física y espiritualmente, de acompañarse, hacer actividades diferentes, de sentirse como si fueran novios, pero ya con una unión y un hijo a bordo.