Esquizofrenia infantil

El estrés y las situaciones agobiantes ya no sólo forman parte de la vida de los más mayores, por desgracia los más pequeños de la familia también pueden sufrirlas hasta desembocar en una patología llamada esquizofrenia Esquizofrenia infantil Caraceterísticas de la esquizofrenia infantil

El término utilizado como esquizofrenia infantil se utiliza cuando la manifestación clínica de este proceso psicótico aparece después de los cinco años de edad. El comienzo de los transtornos puede ser de tipo gradual o aparecer de una manera brusca a causa de algún transtorno afectivo. El inicio de la esquizofrenia puede pasar inadvertido en un primer momento ya que podría haber comenzado durante la primera infancia y debido a la poca importancia de sus síntomas en un primer momento, haber sido obviada por parte de la familia. Sólo después de varios años los síntomas se hacen más perceptibles y es necesario enviar al niño a la consulta de un especialista.

El niño esquizofrénico suele presentar problemas en casi todos las áreas de su vida. Aunque en un primer momento haya desarrollado de una manera normal el uso del lenguaje, en el instante que aparece el brote esquizofrénico llega a utilizarlo de una manera incoherente y con muchas dificultades para hacerse entender. Los niños que han tenido una buena escolarización pueden presentar de repente, un descenso brusco en sus notas y en su rendimiento escolar en general. Falta de sentido de la realidad o de su propia identidad personal son otros de los síntomas a tener en cuenta para empezar a tratar esta enfermedad lo antes posible.

Causas de la esquizofrenia infantil

Conductas agresivas con su entorno familiar, con animales domésticos o incluso con ellos mismos, acompañado de un negativismo y una apatía considerable, son causas más que suficientes para acompañar a estos niños a lugares especializados y comenzar un tratamiento lo antes posible.

La causa de la esquizofrenia es un campo en el que los especialistas suelen estar de acuerdo. Una combinación de mecanismos ambientales y genéticos es lo que suele contribuir a la aparición de esta patología infantil. Según demuestran numerosas pruebas realizadas, la herencia biológica juega un papel muy importante. Los descendientes de esquizofréncios cuentan con más posibilidades de estar afectados por esta enfermedad psíquica que los que no tengan esa clase de parientes. Los desequilibrios bioquímicos son desarrollados por irregularidades genéticas, pero no basta sólo con esta predisposición, ya que ésta sólo se llega a desarrollar en cinrcunstancias adversas durante la infancia, que pueden ser las desencadenantes de estos síntomas, como situaciones de pánico o de angustia provocadas por accidentes, enfermedades graves o pérdida de alguno de los padres, conflictos a nivel familiar o incluso el nacimiento de un nuevo hermano.