El problema de los niños disléxicos

La dislexia es una dificultad en el aprendizaje que padece un porcentaje pequeño de los niños en edad escolar y que comienza cuando el alumno que recién comienza la escuela presenta dificultades para comprender y reproducir símbolos escritos. Un problema que tomado a tiempo tiene solución. El problema de los niños disléxicos

La dislexia es una falta de habilidad lecto-escritora que puede ser detectada en el niño ni bien comienza este tipo de actividad en la escuela. La manifestación más evidente, para identificar la dislexia, es la dificultad que el niño encuentra en identificar, comprender y también reproducir todos o la mayoría de los símbolos escritos.

Los especialistas aconsejan como primera medida el informar de forma integral y precisa a los profesores y maestros para que tengan en cuenta que no todos los niños pueden aprender de la misma forma y con el mismo nivel de comprensión.

Existen niños que no pueden distinguir con claridad el sonido y las formas de las letras que son las encargadas de dar sentido a las frases, oraciones o palabras sueltas e inclusive tienen problemas con los sonidos aislados. Así por ejemplo, los sonidos, cuando se dan de forma conjunta no pueden ser retenidos por los niños que sufren de dislexia y permanecen entonces al margen tanto de las formas como de los sonidos que se les pretende enseñar en ciertos sistemas de aprendizaje.

Algunos especialistas también opinan que la dislexia debe diagnosticarse una vez que el niño ha concluido el proceso de aprendizaje de la lectura y escritura y deberán transcurrir por lo menos dos años de tratamiento específico luego de finalizado el tiempo de aprendizaje observando si los rasgos de la lecto-escritura aún persisten.

Algo que llama la atención de los profesionales, que se encargan del tratamiento de niños con este tipo de problema, es el hecho que sea cual fuere el método para lograr una exactitud en la lecto-escritura, el niño disléxico no parece poder reconocer las palabras más comunes y usuales, inclusive aquellas que está acostumbrado a ver habitualmente.

Generalmente, los padres también comienzan a notar que su hijo padece un problema de dislexia cuando el niño empieza a escribir y lo hace invirtiendo letras o directamente al redactar una frase faltan palabras completas quitándole sentido a la oración.

A pesar que es verdad que todos los niños, cuando recién comienzan a leer y escribir pueden tener errores, debe ser llamativo para los padres y educadores cuando el niño demuestra desinterés en el aprendizaje o se lo observa distraído, teniendo dificultades para aprender con el agravante que los errores persisten y aumentan notablemente.

Cierto es también que algunos centros escolares no se encuentran preparados para enseñar de la manera adecuada a los niños que tienen problemas de aprendizaje.

A pesar que cada niño que padece de dislexia presenta síntomas propios, existen ciertos rasgos que son comunes a todos ellos como por ejemplo,  el hecho de tener un dificultoso acceso al lenguaje escrito, un déficit de atención asociado a sus niveles de ansiedad negativa que genera un bloqueo y también les quita motivación.

Existen niños que tienen baja su autoestima, se muestran inseguros, pierden muchas veces la noción del tiempo y en muchos casos se quejan de dolor de cabeza o de estómago cuando leen, algo que es provocado por el miedo y la ansiedad que les produce el enfrentarse al fracaso.

Los más importante para comenzar a tratar la dislexia es un diagnóstico precoz y hacerlo a través de un tratamiento adecuado para cada caso. El tratamiento debe ser llevado adelante por un profesional especializado que identifique el problema concreto y establezca métodos y pautas de ayuda que le resulten favorables al niño.

El papel de los padres también es de gran importancia demostrándole al niño que es muy querido por ellos y que comprenden que está atravesando un problema que no le permite que sus estudios vayan bien, pero que con el tiempo y la ayuda profesional superará las dificultades.

Por último, es interesante recalcar que con un tratamiento adecuado, el niño disléxico podrá llevar una vida normal e inclusive destacarse en sus estudios. Muestra de ello es la cantidad de escritores, periodistas o artistas que sufrieron de dislexia cuando eran niños y superaron el problema, Shakespeare, Rodin, Edison y Einstein son claros ejemplos de ello.

Foto Vía: dislexyaa2z