Los bebés del ahora no tienen el mismo tipo de educación que los de hace unas décadas. La tecnología y dispositivos han ayudado que los pequeños abran los ojos y se muevan fácilmente en un mundo guiado por el Internet, los juegos y las pantallas táctiles. Pero no todos los padres tienen la seguridad de que sea correcto que a tan corta edad, su hijos usen estos objetos. 
La educación de las nuevas generaciones de bebés se están viendo marcadas por el uso constante de gadgets, tabletas, celulares y computadores. Incluso hasta las consolas de video juegos son tan populares para niños tan pequeños, que dejan a sus padres boquiabiertos porque creen que tienen una gran inteligencia y talento, pues a escasos tres años, pueden manejar perfectamente objetos como estos.
Y puede que si sean muy inteligentes y activos, pero también puede estarse creando una adicción por los aparatos tecnológicos y que les ofrece conexión inmediata con juegos e internet. Uno de los errores que comenten los padres, es que los regalos de cumpleaños y navidad se transformaron en productos “inteligentes” y ya no se usan balones, muñecas o bicicletas. Los juegos de distracción o habilidad manual se olvidaron, ya no hay algún tipo de contacto con el exterior, los parques y otros niños. Ahora los pequeños ya no quieren interactuar con juegos que generen actividad física, pues prefieren quedarse todo el día en cama de sus padres o la sala de su casa, jugando con una tablet o una consola.
Lo que si puede llegar a ser positivo, es la influencia de que las pantallas sean táctiles, de que esa función touch pueda generar grandes avances en su desarrollo, pues se familiarizan con ella y por medio de su sentido del tacto, motivan su mente y su retentiva. En un estudio que se realizo, se concluyó que los niños son más propensos a cometer menos errores y aprender de manera más rápida, incluso, pueden llegar a almacenar más información de lo normal. Lo que si dejan claro, los expertos en educación infantil, es que debe haber un control sobre este tipo de hábito, porque puede convertirse en algo perjudicial. Hay que controlar los tiempos de uso, los momentos y las funciones, hay que enseñarles a no ser sedentarios y/o estáticos.
No hay que dejar que el concepto de familia se desbarate porque el bebé tiene más contacto con el celular o una tablet, que con su mamá o sus hermanos. Algunas de las situaciones más frecuentes que se están presentando con los niños que están creciendo con este tipo de aparatos, que es a medida que van siendo más grandes, se vuelven solitarios, obsesivos y hasta depresivos. Su mundo gira en torno a lo tecnológico y como no tuvo un ejemplo de vida real, todo lo resume a estar todo el día, todos los días detrás de una pantalla.
