Fomentar las habilidades de los niños

Los niños son una especie de esponja que absorbe todo lo que ve o escucha, pero con respecto a las actividades académicas, hay que hacer una especie de proceso repetitivo para que aprendan lo que a veces se les complica y puedan solucionarlo en un futuro con mayor facilidad. Fomentar las habilidades de los niños Muchos niños le temen a diversas actividades que hacen en su jardín o su colegio, pero con ayuda de los padres se pueden reducir estos miedos y por qué no, volverse un poco más dedicados a las actividades académicas y despertar los intereses que tienen o las habilidades que creen que no tienen, pero que en realidad están dormidas. Siempre debe haber un impulso para el desarrollo de capacidades cognitivas y hasta físicas si hay alguna deficiencia, con las cuales puedan sentirse más seguros de hacer las cosas, de enfrentar una prueba y de que poco a poco puedan hacer solos las cosas sin que huyan o se rindan porque no pueden o porque creen que todo está mal. 

La materia que generalmente les crea la mayoría de problemas son las matemáticas y por eso debe haber una dedicación de por lo menos 3 o 5 días, una hora diaria para ejercitar sus capacidades y explicarles lo que no entienden. Los ejercicios de práctica además de las tareas que reciben en sus colegios, son una excelente solución, pues así los aburra un poco y se muestren reacios al principio, poco a poco se irán motivando al ver que si están aprendiendo y haciendo las cosas bien. Otros ejercicios que pueden funcionar son diseñar juegos en los que tengan que contar determinados objetos como las líneas, los pares, los carros de algún color o marca o incluso los perritos que puede ver por el camino cuando están de viaje. Después de algunos minutos se le puede pedir una respuesta. Incluso el llevarlo al supermercado y preguntarle cuando llevan de cada producto, irá entrenando su mente para la suma, la primera operación que aprender y se ira familiarizando con cada uno de los números y cosas que ve. 

Para todo el mundo es sabido que la tecnología se está volviendo un mal necesario para los niños, mal porque está creando adicción, pero necesario porque puede guiarlo por su camino del aprendizaje. Hay muchos juegos que pueden orientarlo y a la vez divertirlo, enseñarle colores, números, formas y letras, indicarle si está bien o mal, inculcarle a tener paciencia y hacer poco a poco las cosas pero analizando, porque finalmente el objetivo es ganar algo. Nunca hay que dejar de lado las preguntas, pues es una especie de entrenamiento diario y continuo en el que hay que seguir insistiendo sobre lo mismo hasta que lo memorice o por lo menos aprenda cómo debe hacerlo. Incluso el inglés se está integrando de a pocos en este tipo de metodología y es muy fácil cuando el pequeño va al parque y se le preguntan sencillas palabras como árbol o perro cuando los ve.  Finalmente y durante un fin de semana que él puede pasar mirando que hacer, se pueden emplear los juegos de mesa para que se entretenga un momento pero a la vez aprenda.