Dolor pélvico, ¿qué puede esconder?

Normalmente este dolor se debe a un problema de tipo ginecológico al que no se le suele dar importancia y por tanto no se llega a consultar nunca con el doctor. Pero es importante descubrir cuanto antes su origen por si pudiera ocultar algo más. Dolor pélvico, ¿qué puede esconder? Posibles causas de un dolor pélvico

Casi todas las mujeres a lo largo de su vida han sufrido alguna vez un dolor en el bajo vientre. Aunque su causa puede deberse a algún problema gastrointestinal o de musculatura, en la mayoría de las ocasiones de debe a algún trastorno ginecológico. Las pruebas que se suelen realizar pueden no identificar el problema pero la descripción con detalles del dolor y los síntomas que se padecen, pueden ayudar a descubrir su origen.

En el momento en que este tipo de dolor aparece de forma repentina, acompañada de fiebre o de cualquier otro síntoma, se debe consultar inmediatamente al médico ya que se puede llegar a padecer algún tipo de patología como un quiste ovárico, algo por otra parte bastante habitual en las mujeres y que suelen desaparecen de una manera espontánea, pero que en cualquier caso haya podido crecer con demasiada rapidez y que se haya roto, momento en el que aparecerán las molestias. Para tratarlo correctamente será necesaria la cirugía.  

También puede darse el caso en que alguno de los ovarios o incluso las trompas se haya girado sobre sí mismos y aunque esto es poco corriente, sucede de una manera espontánea en cuyo caso el flujo arterial queda interrumpido provocando que el ovario se inflame y que llega a causar una intensa molestia que suele empeorar a la hora de coger peso. En estos casos también es necesaria la cirugía.

¿Qué sucede si las molestias duran más de seis meses?

Cuando el dolor pélvico duran hasta 6 meses y se extiende por otras partes del cuerpo, pero no se tiene fiebre, puede que estemos hablando del tejido que recubre el útero y que haya crecido fuera de él, lo que es conocido como endometriosis. En estos casos dicho tejido llega hasta la pelvis por las trompas de Falopio, llegando a hincharse y sangrar durante la menstruación. Este tipo de trastornos suele solucionarse con el uso de anticonceptivos.  

Las mujeres mayores de 35 años suelen desarrollar fibromas en la pared del útero y que pueden tener un tamaño microscópico o llegar a dimensiones exageradas que aparte de provocar durante el período hemorragias muy intensas y prolongadas, pueden llegar a causar un dolor de tipo leve en la zona de la pelvis. Aunque la mayoría de los fibromas no son necesarios que sean tratados, sí que deben ser controlados por el doctor cada 6 meses para comprobar si han aumentado de tamaño, en cuyo caso será necesario su extirpación.

Cualquiera que sea el dolor que se padece, es importante acudir a la consulta médica puesto que no solemos dar mayor importancia a este tipo de dolores que consideramos propios de las mujeres, pero que pueden esconder algo más importante.