Deshacerse de los pañales

Cuando nuestro hijo tiene entre los 18 meses de edad y los dos años ha llegado el momento de despojarle del pañal, siempre que no lo hayamos conseguido antes. Este instante no tiene por qué suponer un agobio para los padres y mucho menos para el niño si se siguen unas sencillas pautas. Deshacerse de los pañales El control de las esfínteres

Es importante ser consciente de que el proceso de controlar la orina y las heces no puede suceder de un día para otro. En el momento en que el niño se encuentre preparado para ello, sucederá, de igual manera que el aprender a hablar o a caminar. Lo primordial es evitar situaciones que le puedan confundir, es decir, si hemos decidido que ha llegado el momento de quitarle los pañales, no podemos dar marcha atrás y ponérselos de nuevo, sobre todo por comodidad. Eso sí, se puede hacer una excepción a la hora de dormir pero siempre explicándoles las razones por las que se hace.

El momento ideal para quitarle los pañales es sin duda, el verano, época en que los niños van vestidos con ropas más ligeras, lo que hace más fácil la limpieza en caso de que no se puedan controlar. No agobiarles preguntándoles continuamente si necesitan hacer pis y hacerles participar activamente de esta decisión, supondrá un punto a nuestro favor para que el pequeño responda de una manera positiva. Otro error muy común que se suele cometer, es el reducirle la ingestión de líquidos, sobre todo por las noches, para evitar que tengan ganas de orinar. Pero lo único que hay que tener en cuenta es que el pequeño superará, cuando le llegue el momento, esta etapa de una manera espontánea siguiendo su propio ritmo y sin agobios innecesarios.
´
Trucos para librarles del pañal

El momento de quitarle los pañales ha llegado y nada mejor que estar preparados para los imprevistos que puedan surgir, visténdoles de una manera práctica, como por ejemplo con pantalones que cuenten con goma elástica o con faldas y vestidos en el caso de las niñas. De cualquier forma es algo habitual que durante las primeras semanas el niño o la niña se orine encima porque no consigue controlarlo. Dejarles unos minutos mojados les hará sentirse incómodos y en sucesivas ocasiones intentarán avisar con tiempo. Por eso es aconsejable, como ya hemos comentado, elegir el verano para que se deshaga del pañal.

Conseguirle un orinal bonito y con colores vistosos, llamará su atención, pero si no quiere permanecer sentado en él, no hay que insistirle demasiado. Acompañarle durante esos primeros momentos y elogiarle cuando se obtengan los resultados esperados, será una buena actitud a tomar. Distraerle con su juguete favorito o con algún cuento que le guste mientras se encuentra sentado en el orinal, nos ayudará a que permanezca más tiempo en él y de esta manera habrá más posibilidades de que haga sus necesidades, a la vez que se evitará cualquier tipo de inseguridad que les pueda surgir, algo por otra parte, normal durante los primeros días.