Desarrollo de los sentidos en un bebé

El desarrollo de los sentidos del recién nacido depende de la maduración de su cerebro y de los estímulos que reciba del exterior. Desarrollo de los sentidos en un bebé

Los sentidos

El cerebro de un neonato pesa alrededor de un cuarto del cerebro de una persona adulta, pero desde posprimeros días de la vida aumenta rápidamente su peso y, en consecuencia, las posibilidades de recibir información del exterior. Pero si el niño no recibe estimulación, su cerebro no madura. Cuando el adulto se acerca al niño, le habla, le muestra un objeto, le acaricia, está alimentando los órganos de los sentidos y a su vez, le permite desarrollar el sistema nervioso al recibir estas impresiones externas.

La visión

Normalmente, los lactantes muestran reacciones diferenciales a estímulos visuales. Pueden discriminar fácilmente entra luz y oscuridad y según parece, pueden percibir colores. Del mismo modo, fijan y orientan su vista hacia una fuente de luz de moderada intensidad y siguen de modo poco preciso un objeto en movimiento. Sin embargo, los movimientos oculares no son suaves, sino bastante bruscos y poco eficientes. Los niños prestan mucha atención a los objetos que les rodean. Parece que hay una preferencia innata de los bebés por diseños complicados.

Audición

La mayoría de los lactantes son sensibles a la estimulación auditiva en sonoridad y duración. La reacción del niño consiste en agitar los brazos y  piernas y tensar el cuerpo. Los estímulos auditivos intensos son los más efectivos para incitar respuestas y en mucha ocasiones, conducen a la alarma, al incremento en la actividad y al llanto. Los niños se tranquilizan con movimientos de balanceo y responden también a los sonidos rítmicos reduciendo el llanto. Respecto al contagio del llanto en los bebés cuando oyen a otros niños llorar, está claro que el sonido del llanto afecta a los niños, por reacción a un fuerte ruido o como respuesta social hacia los otros niños.

Gusto

Las reacciones a soluciones en la lengua no están muy desarrolladas en el recién nacido. El criterio general es que responden con conducta de succión y musculatura relajada tras la admisión de soluciones dulces y casi siempre reaccionan con muecas y ligeros cambios respiratorios y circulatorios a las soluciones amargas.

Olfato

Los estímulos gaseosos fuertes, como el amoníaco o el ácido acético, generalmente hacen que el lactante se retuerza, estornude, gire la cabeza, llore, haga muecas y además presente cambios en la respiración y circulación.

Tacto y dolor

El recién nacido muestra una reacción definida a las punzadas de alfileres y a los estímulos electrotáctiles porco después del nacimiento. Su sensibilidad aumenta rápidamente durante los primeros días de vida. Se tiene poca información concluyente respecto al dolor, pues se ha de tener en cuenta que es diferente el umbral de sensibilidad al dolor y la tolerancia al dolor.

Parecen existir diferencias constitucionales en la sensibilidad al dolor de los niños. El dolor desempeña un importante papel en la adquisición del miedo por parte del niño, y en las diferencias individuales, de sensibilidad al dolor tal vez expliquen, en parte, las diferencias de susceptibilidad al miedo en los niños de mayor edad.