Depresión infantil

Aunque hasta hace relativamente poco tiempo no se contemplaba la depresión como tal en los niños, en la actualidad hay una gran conciencia sobre los cuadros depresivos que se pueden llegar a sufrir durante la infancia. Depresión infantil Síntomas de un niño depresivo

El pequeño que llora con frecuencia, se queja de estar triste, está silencioso y raro, apenas habla con nadie, está de mal humor, con sentimientos de inferioridad y de culpabilidad sin motivos en incluso con pensamientos de muerte, es un pequeño depresivo. Si a esto le sumamos un rechazo por ir a la escuela, con un bajo o nulo rendimiento en ella, pérdida de interés ante cualquier tipo de actividad que antes le gustaba, se aburre fácilmente y se encuentra apático o indiferente, estamos sin duda ante un niño con problemas. Desde el punto de vista físico se pueden observar transtornos en el sueño con pesadillas incluidas, pérdida de apetito y diversas quejas de tipo somático que pueden llegar a ser dolorosas.

Una de las mayores dificultades para el diagnóstico de la depresión infantil es que el pequeño no es capaz de expresar su estado, se encuentra mal pero no sabe cual es la razón de ello. Son muy típicos los signos de depresión que aparecen tras la llegada de un nuevo hermano, un cambio de colegio o de casa, la muerte o ausencia de algún pariente  o amigo, enfermedades o accidentes o incluso un fracaso puntual en los estudios.

Teorías sobre la depresión infantil

Una de las teorías manejadas para la explicación de la depresión de los niños es la de la propia visión que tienen sobre sí mismos, del ambiente que les rodea y de su propio futuro. Otros se apoyan en los rasgos neuróticos de su personalidad que hacen responder al niño deprimiéndose ante cualquier dificultad con la que tenga que enfrentarse como cualquier tipo de pérdida real o que puede provenir de su propia fantasía. La actitud de los padres que critican a su hijo contantemente, los infravaloran y les hacen crearse una imagen muy negativa de sí mismos, es otra de las teorías que se sostienen para explicar la depresión en un niño.

En cualquier caso la depresión infantil puede llegar a ser un cúmulo de situaciones sociales, fisiológicas, rasgos de personalidad y vulnerabilidad genética que hacen que el niño sea más propenso a sufrirla que cualquier otro que no se encuentre en estas situaciones.