La convulsión es un episodio que puede presentar un niño entre los 6 meses y 5 años y que puede darse por diversas causas. Pero lo importante es saber actuar mientras esto ocurre para evitar otros daños físicos y aprender las normas básicas de cuidado. 
Una madre trata de cuidar muy bien a su hijo pero hay cosas que salen de sus manos y eso no quiere decir que haya faltado cuidado o atención pues se pueden presentar por diferentes razones. Siempre generara un susto terrible en ambos padres pero hay que contener la calma y actuar de manera inmediata para evitar accidentes o eventos más graves. La principal razón para que esto suceda es la fiebre muy alta y que el organismo no puede regular ni con ayudas médicas o caseras pero pueden ser evitadas con tratamientos efectivos.
Es muy traumático cuando se observa que un bebe o un niño a tan corta edad presenta movimientos sin control, sin razón y sin posibilidad de reducirlos. Puede pasar que el pequeño se tense de manera total o parcial o que por el contrario se quede tan relajado que los movimientos sean aun más bruscos. También puede darse por infecciones ya sea respiratoria o intestinal. A veces después de la convulsión el niño pierde la conciencia y cuando regresan en si no recuerdan nada de lo que paso, el problema es que a nivel neurológico los daños son muy grandes y la situación es peor si se presentan a menudo.
Lo que produce los fuertes movimientos son un tipo descargas eléctricas en el cerebro que afecta el funcionamiento común del cuerpo y es por eso que el sistema neurológico resulta tan afectado. Estas descargas son producidas por diversas razones y puede ser por una fiebre alta, porque el niño sufre de epilepsia, porque hay un nivel alto de deshidratación o porque el niño esta intoxicado con sustancias para plagas.Los especialistas clasifican las convulsiones en varios tipos y las más comunes son las generalizadas que afectan todo el cuerpo, las parciales que afectan ya sea los músculos o las extremidades o las febriles que son causadas por las fiebres y afectan generalmente a niños entre los 6 meses y los 3 años y duran pocos minutos. Después de que un bebé ha tenido una convulsión es común que la vuelva a presentar y no solo una sino varias veces aunque debe ser tratado para evitar que los daños sean graves.
El síntoma secundario más común es una especie de insomnio que sufre el bebé después de tomar sus medicamentos. También hay que tener en cuenta que no siempre todas las fiebres terminaran en una convulsión y por eso los padres debe tener calma y no obsesionarse cada vez que el niño enferme.Según las estadísticas, uno de cada 25 niños presenta convulsiones pero afortunadamente todas pueden ser tratadas y erradicadas. Lo que generalmente recomiendan en cualquier caso de convulsión ya sea en niños o adultos, es poner de lado a la persona y evitar que se muerda o se ahogue con la lengua.
