Entre los problemas de salud que puede presentar el bebé, la congestión nasal es uno de los más comunes, siendo también común que presente otros síntomas como tos o estornudos frecuentes. 
La congestión nasal se produce cuando los tejidos que recubren la nariz se inflaman y lo mismo ocurre con los vasos sanguíneos, pero en raras ocasiones trae consecuencias respiratorias serias, a pesar que puede interferir en los oídos y también con el buen descanso del pequeño.
Un problema de este tipo puede tener origen en varias causas, como una habitación mal ventilada, el uso de algún tipo de aromatizante o desodorante de ambientes e inclusive la humedad.
Todos estos factores pueden generar este tipo de molestias similares a una alergia y por ello será necesarioen lo posible determinar la causa para actuar en consecuencia, evitando así que el cuadro pueda agravarse.
Así por ejemplo, si se trata de un ambiente donde la humedad es alta deberá optarse por instalar un deshumedecedor de ambientes evitando así dolencias futuras, sobre todo porque el aparato respiratorio del niño es sumamente frágil en el primer año de vida, un ambiente seco y ventilado es lo más saludable.
Puede ser necesario, y resultar de alivio para el bebé, hacer una limpieza nasal, pero solo en la parte externa, utilizando una gasa o algodón y agua templada. También, existen los aspiradores nasales y existe la opción de colocarle al bebé unas gotas de solución salina para ablandar la mucosidad como una forma de no causarle lesiones en la piel que es muy delicada.
Es importante mantener la nariz sin obstrucciones, esto es necesario debido a que el bebé se alimenta por la boca y mientras tanto respira por la nariz. Si no respira adecuadamente lo más probable es que deje de alimentarse correctamente.
Cuando el niño sufre congestión nasal es preciso colocarlo sentado de forma segura ya que si se lo mantiene todo el tiempo acostado la congestión solo se hará más intensa. Si además también presenta gran cantidad de moco es necesario que éste drene colocándolo boca abajo se lo ayuda a que esto suceda, capturando la secreción nasal con una gasa, sin introducirla dentro de las fosas nasales.
También es posible utilizar los tradicionales aspiradores en forma de pera que ayudan a extraer con mayor comodidad el moco, debiendo hacerse con mucho cuidado si se trata de un niño muy pequeño.
Utilizado con gran éxito el masaje infantil es una técnica sencilla de realizar y es muy beneficioso para el bebé ya que además de relajarlo, estimula sus funciones circulatorias, endocrinas y respiratorias, aliviando el malestar en caso de congestión nasal.
