Niños que comen sustancias tóxicas

Que los niños lleven objetos y algunas sustancias con las que juegan a su boca es algo común, pero el problema es cuando los empiezan a ver como un alimento y su dieta se ve acompañada de arena, tierra o papel. Niños que comen sustancias tóxicas Es común que un pequeño en medio de su afán por conocer el mundo lleve todo lo que toca a su boca, desde la comida, los juguetes, la tierra o el papel, incluso es mucho más fácil cuando está aprendiendo a caminar, a gatear o a arrastrarse por sí mismo, pues los objetos los tienen a su alcance. Si este comportamiento se hace dentro de su aprendizaje oral, es sumamente normal y no hay que preocuparse, solo tener cuidado y una revisión constante de lo que hace y de lo que acostumbra a llevar a su boca, pero cuando empieza a transformarse en un acto repetitivo y obsesivo mientras va creciendo, si es motivo de una atención en el comportamiento. 

Una de las conductas que más preocupan y molestan a los padres porque no saben cómo manejarlo, es que coman papel, tierra, tiza, madera, arena y otro tipo de sustancias y materiales que pueden llegar a ser toxicas. Y aunque puede llegar a ser una actitud que aparezca en cualquier edad, se caracteriza más por ser una conducta de los niños. Hay diversas causas y es importante detectarlas a tiempo. 

– Lo primero es una especie de ausencia o carencia nutricional, entonces cuando sienten la necesidad de comer lo que primero tengan en la mano, sin saber que muchos de estos elementos que no son consumibles, pueden llegar a reducir la cantidad de nutrientes que proveen los alimentos. 

– Hay causas de tipo sicológico que se refiere a comer objetos o materiales para poder refugiarse ante alguna alteración emocional como la ansiedad, el miedo, la preocupación o el nerviosismo. Puede llegar a ser tan evidente, que un niño que tenga problemas de connivencia, de maltrato o algún tipo de problema en su núcleo, puede entregarse por completo a esta adicción poco frecuente. 

– En pocas partes del mundo se mantienen algunas tradiciones culturales en las cuales es común comer tierra, pero se justifica mas por los hábitos culturales y no porque el niño adopto la costumbre por sí solo. 

Es verdad que a primera vista puede parecer gracioso pero si no se controla a tiempo, el problema puede salirse de las manos y no saber cómo reaccionar. Lo primero que hay que hacer es llevarlo al médico, para hacer una evaluación de que no exista alguna enfermedad y si ya es por un motivo más familiar y sicológico, hay que replantear la forma de vida en el hogar, pues lo que él ve, escucha y aprende en  medio de un ambiente negativo, es lo que puede llevarlo a comer lo que no debe.