Complicaciones comunes durante el embarazo (II)

Durante los meses que dura el embarazo pueden aparecer ciertas complicaciones que tratadas a tiempo y de forma adecuada permitirán llevar a término la gestación sin problemas graves. Complicaciones comunes durante el embarazo (II) Ya hemos visto algunas de esas complicaciones durante el embarazo en el post anterior, repasemos otros casos que pueden ocurrir en el transcurso de los nueve meses y cómo es necesario tratar cada una de esas patologías.

El desprendimiento de placenta puede ocurrir antes del nacimiento del bebé y se produce a causa de una hemorragia en dicha zona, con síntomas como fuerte dolor en el abdomen a menudo acompañado de una hemorragia vaginal.

Los especialistas asocian esta patología a la hipertensión arterial que sufren algunas mujeres durante el embarazo y puede darse el cuadro durante el tercer trimestre.

Ante la aparición de estos síntomas que indiquen un posible desprendimiento de placenta deberá consultarse con el médico de forma urgente ya que el bebé deja de recibir el oxigeno necesario y debería realizarse una cesárea para evitar un riesgo mayor.

La “preeclampsia” (hipertensión arterial provocada por el embarazo), se produce porque la placenta tiende a crear sustancias que contribuyen a obstruir las arterias. Sin embargo sufrir de presión alta no es sinónimo de sufrir preeclampsia y es el médico quien se encargará de controlar la situación en cada una de las consultas que debe realizar la embarazada como mínimo una vez por mes.

Este problema puede provocar una crisis hipertensivas, además de una insuficiencia hepática o renal y en el bebé puede producir una disminución en su crecimiento normal.

El problema de placenta previa se produce cuando la placenta se ubica pos sí sola delante de la cabeza del bebé y produce un bloqueo del orificio del cuello del útero. La placenta previa puede producirse hasta las 20 semanas de embarazo, pero si llegada la fecha próxima del parto esto no se modifica el parto vaginal no será posible y deberá recurrirse a una cesárea.

Dentro de los síntomas puede presentarse sangrado abundante y por lo tanto será necesario tratarlo de forma inmediata.

Otra de las complicaciones que puede presentarse es la rotura de la bolsa, con la consiguiente pérdida de líquido amniótico. El peligro aquí se presenta porque ante la rotura de la bolsa los gérmenes que se encuentran en el cuello del útero y vagina tienen posibilidad de invadir el líquido amniótico provocando una infección al bebé.

Si se produce rotura de bolsa debe consultarse de inmediato al médico para confirmar el diagnóstico ya que en muchos casos la salida de líquido a través de la vagina no se corresponde a una rotura de bolsa sino a una simple incontinencia. Si en cambio se confirma el diagnóstico y la rotura de bolsa se produce antes de la semana 32 el médico intentará prolongar unas semanas el embarazo, evitando así un nacimiento prematuro.

Además de reposo el profesional puede recetar alguna medicación para que la maduración de los pulmones del bebé se acelere, además de antibióticos para prevenir infecciones.

El herpes gestacional se encuentra dentro de las erupciones cutáneas más comunes durante el embarazo conjuntamente con la urticaria. Se estima que la aparición de este tipo de herpes se debe a ciertos anticuerpos de carácter anormal que reaccionan contra los tejidos del propio cuerpo.

Para el tratamiento adecuado de cualquiera de las dos erupciones se recetarán corticoides en crema o administrados por vía oral cuando se trata de casos más graves.