Cómo elegir el calzado correcto para los niños

Hasta que el niño comienza a caminar no será necesario ponerle zapatos y esto sucede normalmente entre los diez y los dieciocho meses. Pero a partir de ese momento un buen calzado debe convertirse en algo básico para que sus pequeños pies se puedan desarrollar correctamente. Cómo elegir el calzado correcto para los niños

Pautas para elegir el calzado perfecto

Durante sus primeros meses de vida, bastará con poner al bebé unos simples calcetines, unas botas suaves y blanditas o unos patucos para no limitar sus movimientos. Incluso si el tiempo es caluroso podemos dejarle descalzo, siempre y cuando no esté intentando gatear o intentando ponerse de pie. Pero en el  momento en que comience a caminar se deben seguir unas pautas para elegir el calzado adecuado para él.

En primer lugar la horma debe ser bien recta, es decir que no se pueda distinguir cual es el pie derecho del izquierdo mirándolos desde arriba. Como tiene los huesos todavía muy blanditos una horma que sea demasiado inclinada podría llegar a deformar sus deditos.

La puntera de sus zapatos debe ser cerrada y redonda, y sus dedos tienen que tener el espacio suficiente para poder moverse. Si se abrochan sobre el empeine mucho mejor  ya que así tendrán el pie sujeto pero con la suficiente movilidad.

El forro, a ser posible, que no tenga costuras para que no pueda hacerle heridas y el contrafuerte de la parte de atrás tiene que tener sujeción pero sin llegar a ser muy rígido. Debe llegar por encima justo del talón y no más para que pueda flexionarse correctamente el tobillo.

La suela debe tener un dibujo multidireccional para evitar que se deslice fácilmente y su material debe ser flexible y ligero con un grosor de entre tres y cinco milímetros.

Consejos para elegir bien

Aunque son algunos los padres que utilizan un truco para saber cuál es la talla de pie de sus bebés, los fabricantes de calzado y los podólogos lo desaconsejan ya que no es muy fiable. Este pequeño truco consiste en dibujar una plantilla con el contorno del pie del bebé en un cartón o papel dejando un centímetro de distancia entre la silueta y el pie.

En cualquier caso para elegir bien el zapato ideal para el bebé lo mejor es probárselo al final del día ya que es cuando los pies están más hinchados. Habrá que ponerle de pie para que pueda cargar todo el peso sobre sus dos pies.

No es conveniente comprar un zapato que sea un número mayor para que pueda valerle durante más tiempo. En el momento en que se desliza o se sale el zapato, habrá que probarle otra talla.

Hay que probarle los zapatos con los calcetines puestos y comprobar que hay un espacio de entre medio centímetro y un centímetro y medio entre el calzado y su dedo más largo. Después se debe presionar en la punta del zapato por la parte de arriba para ver si los dedos la están rozando, ya que si fuera así, es que el calzado es muy pequeño.