Ahora que estamos mucho más tiempo en la calle y no paramos de mojarnos en la playa o en la piscina, que estamos con el aire acondicionado o que paseamos bajo las lluvias de verano, es habitual que más de uno acabe con un fuerte resfriado, especialmente los niños que todavía no tienen sus defensas desarrolladas por completo. Si el resfriado se complica puede producirse una inflamación de los bronquiolos momento en el que el intercambio del oxígeno y del dióxido de carbono se ve afectado y se produce de manera dificultosa. Por ello es fundamental conocer lo máximo posible sobre esta enfermedad para poder actuar lo antes posible.
Síntomas
La respiración es la señal más importante de que algo no funciona bien en los pulmones puesto que cuesta respirar correctamente. Mientras el niño respira se emiten unos silbidos procedentes de los pulmones así como estertores. Las mucosidades que se encuentran en el interior impiden que los bronquiolos actúen correctamente.
A su vez y debido a la dificultad respiratoria que se tiene, existe un gran malestar. Además al tratar de respirar el niño puede acabar hiperventilando por lo que se puede encontrar mareado e indispuesto.
La fiebre puede ser un síntoma que puede aparecer o no, dependiendo del sistema inmunológico del niño y de cómo responda a las incomodidades de no poder respirar correctamente.
La tos en estos casos es muy seca y llega por espasmos, siendo continua de una manera muy débil pero al llegar el ataque de tos puede llegar hasta el punto de provocar dolor de cabeza por las contracciones de la tos. Dicha tos es la respuesta que tienen los pulmones en su intento por eliminar las mucosidades de su interior.
Causas de la bronquitis
La exposición a cambios bruscos de temperatura como por ejemplo venir de la calle con mucho calor y meterse en un lugar con aire acondicionado, es un contraste muy brusco que puede manifestarse incluso poniéndose la “piel de gallina” y es que los contrastes de temperatura producidos de una manera muy brusca hacen que el sistema inmunológico se vuelva loco, debilitándose y haciendo que el organismo pague sus consecuencias.
La bronquitis aguda normalmente viene provocada por un virus y es que de vez en cuando se destapa alguna plaga en donde todas las personas se ven afectadas no teniéndose claro quienes están libres, quienes lo padecen o quienes lo están incubando. En estos casos hay que tener un sistema inmunológico muy fuerte para hacerle frente.
Si el niño padece asma puede llegar a padecer bronquitis crónica y se sabrá porque a lo largo de un mismo año se pueden llegar a repetir varios episodios de bronquitis, entre cuatro y cinco. Y es que teniendo asma, cualquier corriente inusual, puede conseguir que se inflamen los bronquiolos.
Por otro lado si se tiene fibrosis quística, se sufrirá de una bronquitis perpetua que no solo afecta a los bronquiolos consiguiendo que se dañen o se queden incluso inútiles de una manera permanente, sino que puede llegar a afectar a otros órganos. Por todo esto, la dificultad para respirar que se tiene continuamente hace que se deba tratar con medicamentos para poder sobrevivir.
